­Los vecinos de sa Pobla que el sábado por la noche empezaron a disfrutar de las fiestas de Sant Antoni en los bares situados en el centro del municipio se llevaron un buen susto. Hacia las 2,30 horas unos cuarenta agentes de la Guardia Civil se personaron en la plaza Major de sa Pobla y llevaron a cabo una redada simultánea en los bares situados en el mismo recinto, que presentaban un aforo completo con motivo del ´correfoc´ que se había celebrado horas antes.

La redada tenía como objetivo la inspección laboral de los locales, aunque también sancionaron a clientes por fumar en el interior de los bares. Según relatan testigos de los hechos, la Guardia Civil entró en los bares, paró la música, encendió las luces y no dejó salir del local a nadie durante 15 minutos. Este hecho provocó momentos de tensión entre los agentes y los vecinos, que no entendían qué estaba sucediendo en el interior del local.

Esta situación desencadenó en actuaciones un tanto surrealistas, ya que en uno de los bares se puso a todos los clientes contra la pared y en otro los mismos clientes terminaron entonando canciones al unísono pidiendo la apertura de las puertas. Entre los numerosos vecinos que se encontraban en los bares en los que se realizaron las redadas se encontraban dos concejales del Consistorio ´pobler´.

Tras estos quince minutos, los agentes permitieron a los clientes salir del local pero cerraron temporalmente los bares para llevar a cabo la inspección. Los bares no volvieron a abrir hasta una hora después.