­El fútbol puede con todo. Hasta con las procesiones de Semana Santa. Lo que en otro tiempo hubiera sido impensable –y motivo casi de excomunión–, cambiar una procesión por algo tan mundano como el fútbol, hoy se ve como lo más lógico. El Patronato de Cofradías de Lloseta, junto con la parroquia, han decidido adelantar al martes la procesión del Silencio que en años anteriores de celebraba el miércoles de Semana Santa por la noche.

El motivo no es otro que la celebración y retransmisión por televisión del partido de fútbol de la final de la Copa del Rey entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid, que se disputará en Valencia el miércoles día 20.

La decisión de este cambio de fecha fue tomada hace un mes en una reunión del Patronato de Cofradías y el responsable de la parroquia, Joan Cózar. "No se puede luchar –han dicho los responsables– contra este fenómeno mundial que es el fútbol. Por una parte este partido disminuiría la asistencia a esta procesión y por la otra, sería un poco inusual ver los bares llenos de gente mientras el desfile religioso discurre por las calles".

Sin tradición

La procesión del Silencio no tiene la tradición y el arraigo en Lloseta que sí disfrutan otras procesiones como las del Jueves y el Vienes Santo. La gente de la calle ve con buenos ojos este cambio, especialmente los aficionados al denominado deporte rey.

Muchos de los vecinos del pueblo se han tomado la noticia con buen humor. Uno de ellos exclamaba ayer que "el partido va a ser ya un Via Crucis en sí; al menos para media España, la de los aficionados al equipo que pierda". Otro secundaba que "sería muy triste asistir a una procesión sin apenas público y que encima los gritos de los futboleros en los bares fueran la banda sonora".

Jaume Morro, un gran aficionado al fútbol e hincha del Barça, encuentra acertada la decisión del traslado de fecha. "Estoy seguro de que el partido de fútbol restaría asistencia si se mantuviera el día de la procesión. Yo iré a la procesión el martes, en cambio, no lo haría el miércoles".

Inicio

La procesión del Silencio fue instaurada en 1992 junto con un Via Crucis que se celebraba la víspera de Ramos por las calles de Lloseta, y que ahora se lleva cabo en los jardines de Aiamans.

La procesión se inicia, tras un sermón, en el oratorio del Cocó y discurre por la avenida del mismo nombre hasta llegar al templo parroquial. El desfile procesional se realiza en completo silencio, sin cantos ni oraciones.