Se acabaron las excusas. El precio de borrar un grafiti en la fachada de casa o de un local no puede ser más económico: dos euros por metro cuadrado. En realidad, hace más de un año que la empresa municipal Emaya bonificó este servicio para los inmuebles privados en Ciutat, pero gran parte de los ciudadanos lo desconocen.

Puede que sea por este motivo, argumenta la vicepresidenta de la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA), Àngels Fermoselle, que la «inmensa mayoría» de pintadas vandálicas (cerca del 90%, calcula la portavoz) están hechas sobre superficies privadas.

El resto de grafitis, explica la portavoz a este diario, se ubican en calles y edificios municipales, o en infraestructuras de otras administraciones, como el Hostal Términus o los centros educativos, propiedad del Govern. «Cada uno se tiene que responsabilizar de sus propias pintadas», señala Fermoselle.

Por eso, para la portavoz, sería «positivo» que desde Cort tomaran medidas para impulsar este tipo de iniciativas, como instar a los policías de barrio a que informen a los ciudadanos afectados sobre el servicio. Por su parte, es «importante» que los propietarios tomen conciencia e insistan en borrar los grafitis, pese a que vuelvan a aparecer. «Está demostrado que eliminar la pintada vandálica de manera inmediata es la mejor estrategia para que, con el tiempo, dejen de aparecer», asegura Fermoselle.

Ejemplos. Durante el primer semestre de este año Cort ha realizado 104 actuaciones en paredes de edificios privados a través de la solicitud previa de los propietarios y el pago de la simbólica tarifa. Ayuntamiento de Palma

Desde Cort recuerdan que solo pueden intervenir si previamente lo ha solicitado la propiedad del inmueble afectado. Durante el primer semestre de este año se han realizado 104 actuaciones sobre superficies privadas, informan fuentes de Emaya, en calles como Metge Josep Darder, Alfons el Magnànim, Eusebi Estada, Jaume Balmes o la Costa de la Pols. De hecho, en Jaume III se hizo una actuación conjunta sobre la parte interior de las columnas a petición de la asociación de comerciantes de la zona.

El servicio se puede solicitar rellenando un formulario a través de la página web de Emaya, en el área de ‘Atención a la Ciudadanía’. Sin embargo, cabe recordar que la superficie tiene que cumplir varios requisitos.

No puede ser un bien catalogado ni de interés cultural; y no se actúa en alturas superiores a una planta baja. Tampoco en elementos como puertas, patios interiores, ventanas, placas, carteles o rótulos, ni en materiales como madera o el metal, que pueden degradarse durante la limpieza. Con todo, la vicepresidenta de ARCA considera que estas condiciones «limitan» a los ciudadanos a la hora de solicitar el servicio e insta a la empresa municipal a seguir fomentando y ampliando medidas como esta para lograr la erradicación de las pintadas en Palma.