La recién reformada calle Ramon Llull, que va desde la plaza Sant Francesc hasta El Temple, se ha estrenado con un aspecto mejorado, el pavimento rehabilitado y las aceras más anchas, pero ni rastro de vegetación. No hay árboles que den sombra, y tampoco macetas con plantas. Las obras se iniciaron el pasado mes de febrero en el marco del plan ‘Palma Camina’, que contemplaba reformar el eje peatonal de las calles Antoni Planas i Franch, Temple y Ramon Llull. Esta última se ha inaugurado con un lavado de cara que, al parecer, no ha tenido en cuenta el verde urbano.