El ayuntamiento de Palma va a cambiar el Plan Estratégico de Subvenciones del departamento de Movilidad con el fin de crear una línea de ayudas directas al sector del taxi. Con ello se pretende paliar los daños y pérdidas ocasionadas por la covid-19 y, en especial, por los menores ingresos provocados como consecuencia de las medidas restrictivas adoptadas por el Govern balear para hacer frente a la pandemia.

La modificación del plan estratégico aprobada en la junta de gobierno celebrada ayer, es el paso previo para que el Ayuntamiento pueda aprobar una convocatoria de subvenciones a este sector. 

En estos momentos no lo puede hacer porque en el plan actual, aprobado por un período de tres años (2018-2020), no contempla ninguna línea de ayudas que incluya las pérdidas ocasionadas por la pandemia, algo que, por otra parte, no era previsible cuando se redactó.

Por el momento, tal como explicó el teniente de alcalde de Participación Ciudadana y Gobierno Interior y portavoz del equipo de gobierno, Alberto Jarabo, no se han decidido aún los requisitos que se deberán cumplir para poder acceder a esta nueva línea de ayudas ni cuál va a ser su cuantía, algo que se decidirá una vez se haya procedido al cambio aprobado ayer. 

La modificación también incluye una prórroga de seis meses de la vigencia del plan, que finalizaba en 2020, para que esta nueva línea de subvenciones se pueda aplicar también a lo largo del primer semestre del presente año, ya que se han mantenido las restricciones por parte del Govern de la actividad del sector. Según explicó el presidente de la agrupación de autónomos del taxi, Gabriel Moragues, asociación que cuenta con la representación más amplia de los 2.500 profesionales del sector que trabajan en Palma en estos momentos, la única ayudas que han recibido de las administraciones públicas es la aprobada por el Govern balear, consistente en una aportación fija de entre 300 y 500 euros por taxi.

Esta ayuda es aportada en un cincuenta por ciento por el Govern, consells y ayuntamientos en el caso de Menorca, Eivissa y Formentera y en su totalidad por el Ejecutivo autonómico en el caso de Mallorca, puesto que el Consell no tiene competencias en materia de servicio público de transporte. 

Según Moragues, se acordó que los ayuntamientos aportarían las cantidades suplementarias a la acordada por el Govern.

Moragues calificó de «muy preocupante» la situación por la que atraviesa el sector del taxi, ya que en Palma solo trabajan apenas «el 20% de los 1.250 profesionales, lo que suponen unos 250 vehículos diarios, cuando por estas fechas habitualmente ya salían diariamente unos mil taxistas al día».