La concejalía de Bienestar Social ya ha presentado las primeras 12 demandas de desahucio para las 90 viviendas que aún hay en Son Banya y espera formalizar el resto durante este mes para afrontar la última fase de desmantelamiento del poblado.

Además de avanzar en los trámites judiciales para conseguir las órdenes de desalojo, Bienestar anunció ayer que también «estudiará los casos de las familias vulnerables que vayan siendo desalojadas, para encontrar soluciones habitacionales».

Tal como ya avanzó este diario el pasado mes, la previsión inicial del Ayuntamiento es que en abril ya se disponga de las primeras órdenes de lanzamiento, paso necesario para poder derribar las casetas del poblado.

A diferencia de la primera fase de erradicación de Son Banya, en que se iba derribando una por una cada vivienda desalojada, esta próxima se irá derribando «por isletas, mejorando la seguridad y facilitando la ejecución técnica en la demolición de los albergues».

El Ayuntamiento recordó ayer que «desde que se inició el desalojo del poblado el julio del 2018, ya son 30 las familias que han salido de Son Banya por órdenes de desahucio».

Antoni Noguera, teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social, reiteró en este comunicado el compromiso consistorial de seguir adelante con la hoja de ruta pactada hace año y medio. «Queremos que las familias de Son Banya tengan una nueva oportunidad», remarcó.