La Policía Local desalojó ayer del llamado parque Pocoyó a las últimas 15 personas que seguían viviendo en las instalaciones del Ayuntamiento situadas frente a la empresa municipal Emaya. Tras el nuevo plazo fijado por el juzgado para el desahucio, técnicos de diferentes concejalías, de la Cruz Roja y del IMAS, acompañados por agentes de la Local, acudieron al lugar y ofrecieron a los últimos residentes espacios disponibles para vivir los próximos meses, tanto por parte de Bienestar Social como del Institut Mallorquí d’Afers Socials, según explicó el portavoz del equipo de gobierno, quien añadió que el desalojo se produjo sin incidentes. En esta zona de Palma llegaron a vivir hasta medio centenar de personas durante el confinamiento.