El pleno extraordinario celebrado el pasado viernes para la aprobación inicial de los presupuestos municipales para el próximo año propició varias perlas y algún que otro exceso verbal por decirlo de alguna manera. Como la definición ofrecida por el concejal de Hacienda, Adrià García, de que en realidad, lo que se aprobó el viernes es un «escudo» para proteger a los ciudadanos de la pandemia debido a las numerosas iniciativas de carácter social y de ayudas a las empresas y al pequeño comercio que contiene. Claro que la portavoz de Ciudadanos, Eva Pomar, no se quedó atrás al afirmar que estos presupuestos del Tripartito «llevarán a la perdición de las clases medias y las Pymes», porque no tienen en cuenta que la crisis derivada de la covid-19 «arrasa Palma». Por su parte, el concejal del PP, Julio Martínez, cuantificó en 35 millones el coste de la supuesta falta de liderazgo del alcalde, José Hila, 25 correspondientes a la ley de capitalidad que no se ingresarán y otros diez del Palacio de Congresos. Claro que lo que no cuenta Martínez es que el próximo no va a ser el primer año en el que el Govern balear incumple la ley que le obliga a compensar a Palma los costes de capitalidad.
Una petición que ya no vale la pena seguir
El concejal de Hacienda, Adrià García, se ha empeñado en que los concejales, cuando se refieran al poblado de Son Banya, digan que es Son Riera, en referencia al nombre oficial que tiene el patronato municipal. Se trata de una petición que va a caer seguramente en saco roto y cuyo cambio es, además, innecesario, puesto que, si tenemos que hacer caso al programa de desmantelamiento de Cort, al poblado le quedan dos telediarios puesto que en 2022 ya no debe existir.
Son Gotleu, con luces navideñas por primera vez
No es una iluminación original, aunque sí novedosa en Son Gotleu, que nunca había tenido luces de Navidad.
