Palma afronta hoy el tercer día de huelga en la EMT, después de que ayer las negociaciones entre la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores no acabaran en un acuerdo. Cuestiones como la devolución de los días de vacaciones gastados durante el estado de alarma, la recuperación de la jornada regular y el restablecimiento de líneas suprimidas encallaron la última reunión, que se prolongó durante más de cinco horas y media y que se suspendió por inicitiva del comité de huelga, según remarcó el Auntamiento.

De los 16 puntos que reclaman los representantes de los trabajadores, ayer se llegó a un acuerdo en diez, pero los restantes “distancian” a la dirección y a los sindicalistas, según explicó ayer por la noche Andrés Rodríguez, portavoz del comité de huelga, que ayer se reunió de nuevo con el regidor de Movilidad y presidente de la EMT, Francesc Dalmau, con el gerente, Mateu Marcús, y otros cargos de la empresa municipal de transportes.

Larga reunión 

Las horas de negociación consiguieron arrancar el compromiso de la dirección de la EMT de pedir al Govern que el TIB no cubra más rutas por dentro de Palma, como ha ocurrido con el corredor de Cala Major. En cuanto a la recuperación de líneas, Rodríguez anunció que se restituirá la 31, que fue suplida por el transporte a demanda.

La devolución de las vacaciones “que la empresa obligó a coger en el estado de alarma” es uno de los puntos en los que ayer no se llegó a un acuerdo, mencionó el portavoz del comité de huelga.

Tampoco hubo consenso en la aplicación de la jornada regular, ni en la aplicación del convenio colectivo ni en los dispositivos de marcaje.

Ante esta situación, el comité decidió mantener la huelga indefinida y convocó una nueva asamblea de trabajadores, esta misma mañana a las siete, antes de retomar las negociaciones.

Dalmau se mostró partidario de seguir negociando ayer por la noche e insistió desconvocar la huelga –aunque sin éxito– para no perjudicar a los ciudadanos que no tienen otra alternativa para desplazarse.  

Los miembros del comité de huelga se negaron a negociar durante la mañana. B. Ramon

El segundo día de huelga de los trabajadores de la EMT acumuló ayer de nuevo retrasos en las líneas, que funcionaron con los servicios mínimos de un 30%, al igual que el lunes, causando molestias a sus usuarios. Además de las esperas en las paradas, los pasajeros se quejaron de lo atestados de gente que llegaban lo autobuses, haciendo imposible cumplir con las distancias de seguridad en su interior.

Para cubrir toda Palma, solo circularon 49 autobuses, que salieron de cocheras sin incidentes en esta segunda jornada de huelga. 

Ayer por la mañana, cuando las negociaciones parecían haber avanzado, tras una larga reunión de más de cuatro horas y media el lunes por la tarde, todo quedó de nuevo en el aire al negarse el comité de huelga a sentarse a negociar. 

Según explicó Andrés Rodríguez, la empresa se negaba a facilitarles la lista con los nombres del personal en servicios mínimos de todos los departamentos, hecho que les impedía controlar que realmente se estuvieran cumpliendo esos servicios mínimos. Según el sindicalista, la petición se había hecho ya el lunes por la mañana y se reiteró antes de la reunión de ayer. 

Por su parte, la empresa explicó que se negaba a dar ese listado ya que se vulneraría la Ley de protección de datos y Francesc Dalmau declaró sentirse perplejo por la actitud de la otra parte en conflicto. “No es comprensible que, con los inconvenientes que está generando la huelga entre la ciudadanía, aparezca ahora por sorpresa una nueva razón para romper la negociación, totalmente ajena a las reivindicaciones que estaban sobre la mesa y habían motivado la huelga”.

“Los sindicatos tienen acceso al número de trabajadores que han acudido a trabajar y los servicios mínimos asignados en cada departamento, que es el que los corresponde como representación sindical”, declaró Mateu Marcús sobre esa petición.

Mano tendida

Tras este nuevo desencuentro, según informó Cort, la dirección de la empresa estuvo más de dos horas intentando que la negociación se retomara sin resultado. 

“Si en los tiempos que estamos viviendo hemos defendido en todo momento que la huelga ahora no tocaba y estaba injustificada, la negativa a seguir con las negociaciones es todavía más decepcionante, y más cuando lo que se pone como condición es que se entregue el nombre de los trabajadores de la empresa que no han hecho huelga”, declaró Dalmau. El concejal hizo un llamamiento al “sentido común y a buscar los puntos de encuentro” que les unía “en defensa el transporte público de la ciudad”.

Finalmente, el comité de huelga, “pensando en la ciudadanía”, comunicó su disposición para volver a negociar por la tarde.

AFECTADOS

La huelga en la EMT ha ocasionado molestias a miles de pasajeros, una cifra que la empresa no ha calculado y que los sindicalistas cifraron en 60.000 durante la primera jornada.

   Sin embargo, hay que tener en cuenta que la protesta se ha producido en un momento en que la EMT ha perdido el 50% de pasajeros, debido a la crisis sanitaria que ha desencadenado la pandemia de coronavirus, por lo que sus consecuencias han sido muy diferentes a otras anteriores. 

   Además de aquellas personas que ya no están trabajando, ya sea porque están sin trabajo o en ERTE, hay que tener en cuenta que el curso en la UIB todavía no ha empezado y que los estudiantes, principalmente los de Secundaria y Bachillerato, siguen el curso de manera semipresencial, por lo que hay un gran número de jóvenes que no tienen que utilizar el transporte público para ir a su centro educativo.