Para muchos ciudadanos de Palma ha supuesto un gran sacrificio no poder disfrutar durante casi tres meses de un helado o un chocolate caliente, acompañado de una ensaimada o de un bizcocho de cuarto, de Can Joan de s'Aigo. Pero al final todo vuelve a la normalidad, y ayer mismo abrieron de nuevo dos de los tres locales que explotan este conocido negocio, ofreciendo los mismos productos que lo han convertido en uno de los más conocidos de la ciudad.

A pesar de que es una heladería que ha apostado siempre por lo tradicional, la alarma sanitaria ha obligado a incorporar algunas novedades más modernas. Por ejemplo, sobre las mesas ya no estarán las cartas en las que se señalan los productos que se sirven y los precios. Ahora se ha adoptado un sistema informático que, a través de una aplicación telefónica, se podrá acceder a la misma información que aparecía en la carta plastificada. Tampoco habrá servilletas de papel, ni el camarero, a la hora de cobrar, irá entregando el cambio en la mesa donde están sentados los clientes. Se ha comprado una máquina que da el cambio exacto, para evitar una posible transmisión del virus a través del manejo manual de las monedas.

A pesar de que las normas sanitarias obligan a estos negocios a mantener a los clientes a una determinada distancia de seguridad, las heladerías de Can Joan de s'Aigo, tanto la de la calle Barón Santa María del Sepulcro, como la de las Avenidas, han optado por mantener las mismas mesas, pero en muchas de ellas los clientes no podrán sentarse. De esta forma se reduce el aforo.

Emilio Núñez, el encargado del local próximo a la Avenida Jaume III, explicó ayer que desde primera hora empezaron a entrar los clientes. Ayer, debido al calor, se sirvieron más helados que cafés o chocolates, pero casi todos pidieron las conocidas ensaimadas o los cuartos. Destacó que el negocio tiene una clientela muy fiel y que muchas de estas personas se alegraron mucho al ver que abrían de nuevo las puertas.

Esperanza Salvá es una de las clientas que más satisfecha estaba por la reapertura del local. Compró varios litros de helado, sobre todo del de sabor de fresa, ya que uno de sus nietos siente una gran pasión por este producto. Explicó que casi toda su vida ha sido clienta de Can Joan de s'Aigo, ya que de pequeña iba con su abuela.

De momento solo se han abierto dos de los tres locales. Sin embargo, está previsto que en los próximos días se reabra el local de la calle Sanç, cerca de la plaça de Cort. También está previsto que todos los empleados vayan incorporándose al trabajo.