Un vecino de Secar de la Real lleva años intentando que alguien se haga cargo de un pino de la calle Paborde Jaume, infestado de procesionaria y que cada vez está más inclinado sobre los cables eléctricos, en un solar lleno de vegetación que nadie mantiene.

Andreas Schweinler compró su vivienda hace cuatro años y desde hace tres está presentando quejas de todo tipo ante diferentes departamentos institucionales para que alguien ponga solución a lo que él califica de "peligro", un pino de grandes dimensiones cuyas ramas ya invaden su casa.

Ahora, una vez más, el pino tiene varias bolsas de procesionaria que penden de las ramas que llegan hasta su propiedad. Andreas teme por la salud de sus dos hijas pequeñas, que juegan afuera, y por su perro, ya que afirma que con un golpe de viento, la procesionaria caerá dentro de su casa. Además, la suciedad que genera el árbol obstruye tuberías, cuya limpieza asume este vecino.

Por otro lado, el pino está en un solar sin vallar, junto al torrente de sa Riera, del que Andreas no ha podido averiguar quién es el propietario, si es terreno particular o público. "Es muy complicado el acceso al solar y creo que se quieren quitar responsabilidades", afirma Schweinler sobre el nulo éxito de sus reclamaciones. Este terreno, dice, está lleno de vegetación que cuando se seca puede prender muy fácilmente. Y si se pega fuego, también peligran las casas vecinas, remarca.

Andreas ya no sabe a dónde acudir. Contactó con el servicio telemático del Ayuntamiento y, a principios de 2019, le contestaron que su incidencia había sido remitida al servicio de Parques y Jardines. Al cabo de medio año, explica Andreas, le comunicaron que debía presentar fotos y documentación presencial, cosa que cumplió. Cuando posteriormente consiguió hablar con alguien de Parques y Jardines, le dijeron que no podían resolver su problema "porque no es su terreno".

Así las cosas, este hombre acudió después a la Policía Local y allí le aconsejaron que presentase una queja al Ayuntamiento... "Llevo tres años así", asegura.