La concejalía de Modelo de Ciudad hará un requerimiento a la de Infraestructuras para que paralice la retirada de bordillos de piedra y reponga los que se han quitado y se pueden recuperar. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma pidió ayer a la regidora, Neus Truyol, que remita la solicitud formal a su homóloga, Angélica Pastor, y así lo acordaron en la comisión de la gerencia de Urbanismo y Modelo de Ciudad del Ayuntamiento.

Para el presidente de la entidad vecinal, Joan Forteza, sustituir los bordillos de piedra por otros de cemento con las obras de reforma de aceras que Cort está llevando a cabo en diversos barrios es un "expolio del patrimonio antiguo y la personalidad" de estas zonas fuera del centro histórico.

Forteza expuso en la reunión que la polémica actuación no solo se está ejecutando en el Eixample con la remodelación de la avenida Arquitecte Gaspar Bennàzar, sino también en el Coll d'en Rabassa, donde se han retirado bordillos de piedra viva en calles como Illa de Xipre, Illes Pitiüses, Josep Tarongí y todas las que actualmente están siendo objeto de reforma a cargo de Infraestructuras.

La Federación de Vecinos se queja de que las víctimas de dicho "expolio continuado" son barrios alejados del casco antiguo pero que "también tienen su pequeño centro histórico, constituido por la plaza de la iglesia y las calles de su entorno, donde a menudo se hallaban los edificios más significativos", tal como remarcan.

El portavoz pide a la regidora responsable "que reconsidere los actuales criterios de actuación", debido a que "su sustitución por bordillos de hormigón hará que se pierdan de modo irremediable" y constituirá "un agravio y una falta de consideración hacia los vecinos afectados" frente a los del casco antiguo.

La entidad vecinal ironiza con que el centro de Palma, donde el Ayuntamiento pretende colocar los bordillos retirados, "no tiene tantos metros lineales como los que miden los ya quitados", según advierte Joan Forteza.