Cort apoya a los residentes de la urbanización Son Güells contra el proyecto de construcción de una planta de hormigón muy cerca de sus viviendas. Desde la concejalía de Modelo de Ciudad afirmaron ayer que están de acuerdo con su reivindicación y comparten su "preocupación por el impacto que puede tener en la zona", por lo que estudiará "todas las posibilidades" para evitar que la planta se edifique en las proximidades de las citadas fincas residenciales. Incidieron en la "importancia de la planificación urbanística" y una "distribución de usos que permita tener una ciudad sostenible, que proteja a los vecinos y vecinas, y ofrezca garantías a las industrias", concluyeron.
Por su parte, la asociación de vecinos de Son Güells advierte de que, si el proyecto sigue adelante, la contaminación que causará no solo afectará a la zona cercana, sino que, "a través del torrente de na Bàrbara, llegará a Son Gotleu, la Soledat, las futuras viviendas de Nou Llevant y el Molinar, debido a que el torrente desemboca en el Portitxol", destacó una portavoz. Actualmente, la infraestructura cuenta con una declaración de impacto ambiental favorable por parte del Govern balear, por lo que los residentes han empezado a movilizarse y ayer se reunieron con el concejal de distrito, Daniel Oliveira, y la portavoz del grupo ecologista GOB, Margalida Ramis. También se entrevistarán con responsables de Urbanismo de Cort y solicitarán intervenir en el pleno del 30 de enero.
Si la planta de hormigón sigue adelante, producirá más de 1.200 toneladas de material al día en un solar de 779 metros cuadrados frente a la residencia Son Güells para personas con discapacidad. Allí se almacenarán los áridos, se realizará la producción y saldrán los camiones de transporte.
