El departamento de Parques y Jardines de Cort ha remitido a un laboratorio externo los restos se la palmera que el pasado domingo cayó sobre una mujer de 41 años produciéndole la muerte en Dalt Murada.

Si bien no se ha detectado que este ejemplar, al igual que los demás que están en la zona, estén afectados por la plaga del picudo u otra enfermedad visiblemente detectable, los análisis van a servir para descartar o no que la palmera estuviera infectada por algún hongo que le haya producido podredumbre u otra circunstancia que haya mermado su resistencia.

Según indicó ayer la concejala de Infraestructuras del Ayuntamiento de Palma, Angélica Pastor, en principio, las causas de la caída del árbol sobre la mujer se deben "a una fatalidad", puesto que tanto este ejemplar como el resto de los existentes en Dalt Murada fueron inspeccionados el pasado día 26 de septiembre por Parques y Jardines.

Además del análisis visual sobre el estado del árbol se realizaron también lo que se denomina "pruebas de hostigamiento" consistentes en hacer vibrar el tronco por medios mecánicos con el fin de averiguar su estado de resistencia. El resultado de estas pruebas, según la concejala, fue que tampoco se observó debilitamiento alguno de ninguno de los elementos del ejemplar.

Tras la caída del árbol debido a las fuertes rachas de viento el mismo domingo se procedió a revisar el arbolado de toda la zona, además de los ejemplares existentes en el paseo Marítimo, sa Pedrera, sa Quarentena, sa Feixina, la Plaza Progrés, el Parc de la Mar, Passeig Sagrera, plaza de España, plaza del Mercat, la Rambla, Son Quint, Son Cotoner, plaza dels Patins, Son Serra Parera, Capità Salom, ses Fonts, la zona de Arabela, Son Moix y Son Dameto d'Alt, entre otras.

En todos los casos no se observó ningún otro ejemplar en peligro, por lo que no se prevé una alteración del plan de inspecciones del arbolado de Palma que realiza anualmente el departamento de Parques y Jardines.

De hecho, en la misma tarde del domingo, una vez realizada la inspección y retirados los restos de la palmera caída, se procedió a reabrir la zona de Dalt Murada al paso de peresonas. La situación de normalidad se mantuvo durante todo el día de ayer.

Tal como explicó la concejala Angélica Pastor, el plan de revisiones del arbolado que se realiza cada año consiste, en el caso de las 1.800 palmeras públicas existentes en la ciudad, en cuatro aplicaciones anuales de productos fitosanitarios y en una inspección anual, que incluye pruebas de hostigamiento, entre otras.

En el caso de que se compruebe que un ejemplar tiene un alto riesgo de caída se procede a su tala, tal como se contempla el Plan de Gestión del Arbolado Viario, que se aplica desde 2012, que prima la seguridad y la calidad de los ejemplares. En función de este plan cada año se procede a la tala de los ejemplares que los técnicos califican de alto riesgo de caída. Poco después del desplome de la palmera de Dalt Murada, el viento abatió otro ejemplar en la plaza Llorenç Villalonga, sin daños personales.

Pastor indicó asimismo que se pusieron en contacto con una asociación de residentes brasileños para que, a través del consulado o de la embajada de este país, se hicieran cargo de la hija de diez años de la fallecida, que fue ingresada en estado de shock en un centro hospitalario.

Na Burguesa

El fuerte viento dañó ayer por la mañana las instalaciones de Na Burguesa y provocó el fallo en el sistema de información de la EMT, tanto en las paradas como en su app. Tras una mañana de reparaciones, Cort indicó que el sistema de información se iría recuperando progresivamente.

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