Cuando cae la noche, los gorrillas que ayudan a aparcar en la zona del Molinar y del Portixol van a la playa de s'Arenaleta y ahí ponen música con altavoces portátiles "de gran potencia". Los vecinos llevan años denunciando esta situación, "cansados de no poder dormir", pero sus quejas ante la Policía Local no se han traducido en el cese del ruido.

El coche patrulla hace la ronda pero "sirve de poco" porque en cuanto lo ven, "los gorrillas se dispersan", cuenta uno de los afectados.

"Se trata de un grupo de aparcacoches de no más de tres, cuatro personas, son mallorquines y no sobrepasan los 30 años", describe un residente en la zona.

"No nos parece mal que al acabar su jornada, vayan a la playa como hacemos también los vecinos y disfruten del fin de la jornada tomando cervezas; lo que ya nos molesta es que al poner la música eleven el volumen a medida que pasan las horas", indica Toni Pascual.

Él vive en la primera línea de esta popular playa del barrio, aunque en el lado opuesto donde se colocan los denunciados. De manera muy expresiva cuenta: "Oigo la música como si estuviera en el salón".

Otra de las afectadas pide "una vigilancia más intensa sobre esta conducta habitual y molesta", y reclama que "se apliquen las correspondientes medidas que garanticen el descanso de los vecinos".

Este comportamiento es reincidente. "El año pasado la Policía les requisó el altavoz durante un tiempo", pero este año siguen igual. "Lo peor es que hoy se repetirá", vaticina la vecina cansada.