Alejandro Segura (El Molinar, 1938) fue investigado por sospechoso de comunista, en plena época franquista. Sus ideas "sociales", su trabajo dentro del movimiento vecinal, que en ese momento le pusieron en el punto de mira de las autoridades, ahora han sido reconocidas por el ayuntamiento de Palma, que le entregó uno de los premios Rosa Bueno.
P Fue alcalde de barrio en el Molinar...
R En aquel momento, un alcalde de barrio era un don nadie, porque era representante del barrio sin que le hubieran elegido y representante del barrio dentro del Ayuntamiento sin tener ningún poder. Además, yo estaba acostumbrado a trabajar en grupo y reuní a toda la gente que me parecía importante por su actividad. Nos reunimos un par de veces hasta que de ahí surgió la asociación Vogar i Ciar, en el año 77. Y así fuimos haciendo, yo no tenía ni puñetera idea de política y quienes me enseñaron fueron los anarquistas, porque entre ellos había unas personas serias. Después descubrí la política ciudadana, que para mí es importantísima, la participación ciudadana.
P El Ayuntamiento tiene su regiduría de Participación Ciudadana... ¿Ha sido útil?
R Ha sido útil, pero podría serlo mucho más. Si en las escuelas hay asignaturas 'maría', Participación Ciudadana para el Ayuntamiento es una 'maría'. Es aquella que tiene menos presupuesto, que menos cosas puede hacer. Si los políticos se dieran cuenta de que tienen que servir al pueblo y escucharan... porque los hay que no escuchan al pueblo y escuchan al dinero.
P ¿Cómo?
R Por ejemplo, con los cruceros. Hay dos posturas, la de los negociantes que dicen "cruceros, cruceros, cruceros", y la de los vecinos que dicen "no, porque nos molestan". No se cuenta que los negociantes emplean un espacio que nos corresponde a ti, a mí y a todos... y negocian con los políticos nuestro espacio. Nosotros debemos poder participar en defender nuestro espacio. El político tendría que escuchar a las dos partes y después lograr una cosa que no sea traicionar a uno. Por ejemplo, las terrazas. ¿No nos gustan? Claro que sí, lo que no nos gusta es que una persona no pueda ni pasar. Se tiraron casi un año de reuniones para hacer la normativa y luego se la han pasado por las narices.
P ¿El Molinar ha muerto de éxito?
R No, tuvimos la gran suerte de que en la primera revisión urbanística, en tiempos de Ramón Aguiló, conseguimos, cosa inaudita, que desde el mar a la carretera solo se pudiera construir una planta y un piso. ¡Y desde la carretera hacia las montañas, fuera creciendo gradualmente. Por desgracia, la gente obrera no puede comprar ni alquilar en El Molinar. Pero sí personas profesionales libres, que han comprado una casa y la han hecho a su gusto, porque nosotros conservamos el bon viure.
P ¿Cómo les ha afectado el alquiler turístico?
R Ha afectado en que no puedes alquilar, ha encarecido el precio de compra. Por una casita de nada junto al mar que se tenga que derribar te piden un millón de euros. El alquiler existe y se tendría que perseguir a fin de que sea legal. Gracias a Dios no padecemos lo que pasa en Son Espanyolet.
P ¿Son Bordoy es una amenaza?
R Sí, es una amenaza en cuanto que en cualquier barriada, al hacer una urbanización de este calibre, con tanta y tanta gente, se tienen que prever los servicios necesarios. Y el aumento de personas sería muy grande en comparación a la gente que vive hoy. Y otra cosa, todos utilizamos el coche y ¿por dónde entrarían y saldrían los habitantes de Son Bordoy?
P Otro proyecto que se paralizó y redimensionó fue el del puerto del Molinar.
R Fue un gran éxito. En toda la ciudad, la gente se concienció de que no era posible. El Puerto, gracias a la mala gestión del Club, asumió un proyecto que no es igual, pero similar a lo que pedía la Federación de Vecinos.
P ¿En qué les tiene olvidados el Ayuntamiento?
R La asistencia de municipales ha desaparecido totalmente. Antes había el policía de barrio, que era una figura muy necesaria y no se puede olvidar. ¿En la puerta del Ayuntamiento cuántos policías hay? ¿Y en el Coll d'en Rabassa, o en Can Pastilla o en La Soledat?
