Los vecinos del edificio desalojado el pasado sábado junto al Paseo Mallorca regresaron ayer a sus viviendas, después de que los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento revisaran la estructura y no detectaran ningún peligro. Los afectados reclamarán indemnizaciones por los daños sufridos, después de que el garaje quedara anegado al entrar el agua en cascada desde el solar adyacente (por un boquete) y todo el bloque se quedara sin electricidad durante una avería de Emaya.

Algunos propietarios ya accedieron a sus viviendas ayer sobre las diez y media de la mañana. Se encontraron sin electricidad y sin agua, debido a los daños sufridos por la inundación, que afectó al cuarto de contadores eléctricos. A lo largo del día pudieron restablecer el suministro eléctrico, pero no el de agua, ya que el aljibe estaba sucio de fango y se tendrá que cambiar la bomba de propulsión.

La inundación del parking se produjo por el agua acumulada en el solar adyacente, que había quedado totalmente anegado tras la avería de Emaya. Los vecinos habían denunciado con anterioridad las obras colindantes y Urbanismo envió a sus celadores hasta en dos ocasiones como respuesta a estas quejas. En las inspecciones, comprobaron que los trabajos se estaban realizando de forma correcta y con las medidas de seguridad necesarias, indicaron ayer fuentes de Cort.

"Por lo menos, podemos entrar y abrir el comercio para trabajar", comentó José María Cardona, propietario del establecimiento de fotos carné situado en los bajos del inmueble, al recibir la autorización para entrar en el edificio.

Varios de los vecinos afectados y la representante de la administradora de la fincas confirmaron que exigirán indemnizaciones. "Por supuesto, hay tres coches, seis motos y muchas otras cosas que están inservibles", añadió Cardona sobre esta cuestión.

Otro miembro de su familia, Alberto Cardona, estaba pendiente ayer de la restauración de los suministros, ya que él trabaja desde su domicilio y tiene un bebé de meses, explicó. Dos coches y una moto de su propiedad, entre otras cosas, se habían quedado en el parking, donde el agua alcanzó hasta más de un metro de altura.