Mallorca fue ricas gracias al olivo. Antes de vivir del monocultivo turístico lo hizo del comercio del aceite y de otros productos derivados como los jabones. Un dato, en el siglo XVII se exportaron 90 toneladas hacia las Islas Británicas y parte de América. Hoy desde la DO Oli de Mallorca busca su lugar en el mundo y una de sus iniciativas tuvo lugar ayer en la plaza del Banc de s'Oli, el lugar donde históricamente se mercadeó con este producto con la celebración de la Fira de l'Oli de Mallorca. Sus comerciantes la quieren recuperar.

"Esta iniciativa busca convertir la plaza en lo que fue y que desde aquí favorecer el consumo del producto local", indicó Blanca Giménez. Ella es la guía de las oleo rutas que en doce paradas explican el camino del aceite en Palma.

Animados por la música de Monkey Doo y uncidos por el óleo comestible, centenares de personas se acercaron a una recóndita plaza que día a día está ganado visibilidad. Joseba Salamanca sirvió las tapas desde su restaurante mientras desde las once casetas detallaba sus variedades y daban a degustar sus aceites.

Sebastián Solivellas, presidente de la DO Oli de Mallorca, explicó que las 25 envasadoras que integran la denominación apuestan por la calidad y no la cantidad. "Hace 25 años resurgió el vino en la isla; nosotros vamos detrás",subraya. Estuvieron los aceites de Alcúdia, Son Ferriol, Sóller, Inca, Manacor y Valldemossa.

"Nuestra producción es más limitada para atender al turismo pero cada vez son más los hoteles de nivel que sirven aceite de Mallorca", indicó Solivellas. Uno de ellos es el suyo.

Ahora se estudia crear una DO específica del aceite hecho en la serra de Tramuntana, avanza el payés de la finca Son Moragues Llorenç Bauzá.