El Hostal Términus encara una nueva vida, apropiada con el fin para el que fue diseñado por el ingeniero Eusebi Estada hace más de un siglo: el de complementar a la estación de Palma. Pero no será como hotel, sino como sede principal de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM, empresa perteneciente al Govern, que prevé trasladar parte de sus dependencias administrativas y técnicas a la parte superior este edificio, protegido como Bien Catalogado. La parte de abajo, mediante concesión, será cafetería y restaurante, asegurándose así unos ingresos.

SFM recuperó oficialmente la concesión del Términus en enero de este año, a petición de la última adjudicataria y a coste cero, informa Mateu Capellà, gerente de la empresa. Ante este panorama, y teniendo en cuenta que los talleres ferroviarios en Son Rullan deben ser reformados y que no habrá cabida para las actuales oficinas, la empresa ha acelerado los trámites para poder sacar a licitación, ya este mes de abril, la redacción de un proyecto de reforma integral del antiguo hostal, con un presupuesto de 80.000 euros. Este mismo mes también sacará a licitación los pliegos para adjudicar la futura cafetería.

Nuevo uso

SFM tiene la intención de utilizar la parte superior del edificio de la plaza España, que funcionó como hostal entre 1914 y 2018, para instalar una réplica del centro técnico de control que hoy está en la estación Intermodal, un puesto de telemando de energía, además de oficinas de información al viajero y dependencias administrativas. Es, en resumen, el traslado de su sede institucional, mucho más cerca de la estación Intermodal, confirma Mateu Capellà.

El coste que tendrá la rehabilitación integral del antiguo hostal todavía no se sabe, pero como indica Pau Cavaller, técnico en infraestructuras de SFM, el Términus "necesita mà de metge.

Los plazos administrativos que deben cumplirse no permitirán que la nueva sede de SFM sea una realidad antes de dos años, indica Capellà haciendo un cálculo aproximado. Mientras, la empresa, que ya ha hecho el cambio de nombre de todos los suministros y ha instalado alarma de seguridad, le hará un lavado de cara al edificio de Estada e intentará eliminar los numerosos grafitis de sus fachadasnumerosos grafitis de sus fachadas.

En este punto, tanto Capellà como Cavaller saben que la declaración de Bien Catalogado del Términus, construido en parte con marés, juega en su contra. Están obligados a eliminar las pintadas a base de limpiar de la manera más respetuosa posible y sin poder taparlas con una capa de pintura similar al tono de la piedra, tal como le ha impuesto Patrimonio del Consell de Mallorca.

También el proyecto de reforma interior y el del nuevo bar estarán condicionados a la protección del edificio, por lo que no se podrán alterar su volumetría y tendrá que respetarse su "esencia", señala Cavaller.

En las actuales dependencias de SFM en Son Rullan conservan documentos históricos que forman parte del desarrollo de Mallorca. Entre ellos, se ha recuperado una antigua carpeta repleta de documentos y detallados planos del proyecto del Hostal Términus, con la firma de Eusebio Estada.

60.000 pesetas

Con esos documentos, Capellà y Cavaller han comprobado que la construcción del edificio supuso un gasto de unas 60.000 pesetas, según figura en el saldo de cuentas entre la Compañía de Ferrocarriles de Mallorca y los contratistas de la obra.

Tanto el gerente de SFM como el técnico en Infraestructuras sacan a colación el libro El ferrocarril a Mallorca. La via del progrés, de Nicolau Cañellas, donde se sugiere que la monumentalidad del Hostal Términus se debe a un intento de superar en prestigio a la vecina estación del Tren de Sóller, inaugurada en 1912 y de mayor belleza que los edificios de Ferrocarriles de Mallorca. Es entonces cuando se le encarga a Eusebio Estada, promotor de la línea ferroviaria Palma-Inca muchos años antes, el diseño del nuevo edificio complementario a la estación de la plaza España.