El Colmado Colom, un histórico negocio que abrió sus puertas en 1881, se muda. La actual propietaria Elena Amer, al frente del negocio desde hace tres años y medio tras relevar a su madre, Josefa García, está satisfecha, dentro de lo que cabe, ya que el cambio de ubicación no la aleja de la actual dirección, la calle de Santo Domingo, 5, donde el negocio de comestibles ha estado desde sus orígenes.

"Nos vamos a trasladar a un local que está cerquita; dos calles más abajo", dice sin precisar porque aún les quedan seis meses de alquiler hasta que concluya el contrato en la popular cuesta.

No se van por un aumento en el precio del alquiler sino porque los propietarios del local tienen intención de quedarse con él y no renovarles el contrato una vez que éste expire, el próximo mes de julio. En realidad son dos locales.

No ha trascendido en qué se convertirá el número 5 de esta céntrica y golosa calle de un casco histórico que está cada vez más codiciado y por el que se están llegando a pagar rentas que oscilan entre los 1.800-2.000 euros como han indicado comerciantes de los alrededores.

Con una clientela fiel, mucha de ella residente en el barrio, el permanecer en la zona da tranquilidad a la actual regente del Colmado Colom, Elena Amer.

Ella fue la que tomó el relevo de Josefa García, su madre, que estuvo 25 años, primero al mando de un anterior comerciante y después ella capitaneando el emblemático comercio.

Salió en 'The New York Times'

Antes de que fuera un icono para los cientos de turistas que merodean por el triángulo Born, plaza de Cort, Sant Miquel en temporada alta, The New York Times resaltó el Colmado Colom en su reportaje The New York Times36 hours in Majorcapublicado en marzo de 2009. En esta suerte de Bloomsday viajero, los lectores se encuentran con la referencia del centenario colmado por vender la flor de sal y sus distintas variedades entre otras invitaciones a recorrer la "Palma medieval".

Solo que la fama del Colmado Colom no se debe al rotativo neoyorquino. Sus más de ciento treinta años de existencia, siempre en la misma cuesta, la de Santo Domingo, le han otorgado un lugar privilegiado entre los habitantes de la ciudad.

En los años sesenta servían comida a hoteles y restaurantes de gran prestigio, y algunos encargos a clientes privados. Era habitual ver el ir y venir de carretillas. En 1985 hubo una gran reforma para poder ofrecer más productos.

Las hermanas Colom

Nombre y ubicación se mantienen desde 1881, año de apertura del Colmado Colom, en la calle de Santo Domingo. Las hermanas Colom, Magdalena y Carmen, decidieron dejar el negocio familiar de su propiedad para que lo regentara quien había despachado con ellas, Josefa García.

Antes de hacerse cargo, el comercio estuvo cerrado durante ocho meses en 1996. Las Colom la convencieron para que se hiciera cargo siempre y cuando lo mantuviera como colmado. Las hermanas habían cedido el negocio con anterioridad a Melchor Riera. La empleada llegó a un acuerdo con él. Josefa García trabajó en el Colmado desde los sesenta. Aún la recuerdan, clientes que se acercan a la tienda a por vino, pan, fruta, charcutería, sal y productos de primera necesidad en una zona que ha ido perdiendo los colmados para ser sustituidos por franquicias o tiendas de souvenir. Otro efecto de la turistificación.