El Parc de la Mar no está acabado. Cuarenta años después de que el jurado, entre cuyos integrantes estuvieron Joan Miró y Josep Lluís Sert, eligiese el proyecto presentado por el equipo Zócalo, sigue sin ejecutarse la segunda fase del mismo: la unión del lago con el mar a través de un puente bajo la autopista.

Ahora, Pere Nicolau, el arquitecto que fue portavoz del grupo que ideó el proyecto celebra que a los 24 años de su apertura -el 12 de octubre el Parc de la Mar se inauguró con la asistencia de los Reyes- la Autoridad Portuaria de Balears esté pensando en recuperarlo.

"Hace pocos días Joan Gual me dijo que le gustaría volver a reemprender la idea", indicó Pere Nicolau. El arquitecto valora que "por primera vez en la historia del puerto de Palma se intente hacer algo más que pantalanes... Creo que lo que se está haciendo ahora en torno al puerto y la ciudad fomenta una buena relación con el ciudadano, tanto en el proyecto del contramuelle como en el de la remodelación del Paseo Marítimo. Sería un momento histórico recuperar el proyecto que diera conclusión al Parc de la Mar", expresó a este diario el arquitecto mallorquín, ganador del concurso junto al equipo Zócalo.

En la actualidad, de los siete profesionales del equipo, Santiago Bó, Emili Gener, Emili Nadal, Ángel Morado y Pere Nicolau, arquitectos, además de los ingenieros Mateu Castelló y José Ignacio Cisneros, quedan cuatro. "Si Autoridad Portuaria lo asumiera, nos ofrecemos a colaborar. Nuestro objetivo es que se haga", asegura. Nicolau lleva años insistiendo en concluir el Parc de la Mar tal y como se concibió en el proyecto de 1972.

"Nunca he desistido pero en arquitectura asumimos que todo está sin acabar; la misma Catedral es ejemplo de ello", apunta.

A juicio del autor del aeropuerto, "el efecto estético se ha conseguido con el lago pero sería más interesante completarlo", indica.

"El Parc de la Mar es tal vez el más bello paisaje urbano moderno que he visto jamás", elogió el prestigioso arquitecto Richard Rogers, años atrás.

El orgullo que siente Nicolau por este hijo al que no se ha dejado crecer -"en mi carrera profesional, este proyecto supone un antes y un después"-, se ve fortalecido por la actual actitud del máximo responsable de la Autoridad Portuaria de Balears.

El presupuesto para llevar a cabo la conclusión del Parc de la Mar asciende a 7 millones de euros, según le indicó a Nicolau un equipo técnico que él consultó.

25 mil metros ganados al mar

En 1977, la Seu no se reflejaba en el mar pero la autopista permitía una visión inédita del conjunto histórico-artístico en el marco de la bahía. De ahí que el proyecto ganador del Parc de la Mar lo reformulara, restituyendo la total identidad del mismo, el mar, y valorando el nuevo acceso. "La autopista debe perder el papel de barrera divisoria, el mar debe entrar y el terreno debe salir", se indica en el proyecto.

Zócalo quiso construir "algo más que un parque y también un parque". Desarrollaron la idea de que el espacio creado entre la autopista y el mar no es un espacio en sí mismo, sino en función de los que le rodean. Vincula visualmente el conjunto histórico-artístico y la autopista. "El parque se usa a nivel de toda la ciudad-isla y como complemento de las barriadas con las que está directamente conectado".

Nicolau apunta, décadas después, que estos 25.000 kilómetros de zona peatonal, una pineda, que ganan espacio al mar y que eliminaban la autopista como barrera, favorecería la vitalidad de la zona. Considera, además, que "al no estar conectadas las dos zonas, Calatrava y Can Pere Antoni se incrementan los problemas de las aguas fecales".

Recuperar el proyecto hoy es posible y vigente: "El uso intensivo del Parc por la población no ha hecho más que incrementarlo. La segunda fase permitiría enlazar con el Parc la playa existente siguiendo la direccionalidad del baluarte de Berard versus ábside de la Seu (y que se materializa en las 'líneas' del Parc como la dirección de la entrada de agua del mar, la alineación del marés, las palmeras, las farolas, los bancos iniciales, etc...), compensando el acceso actual peatonal y de bicicletas que sigue la direccionalidad de la autovía".

En cuanto a modificaciones, el arquitecto Pere Nicolau considera que el paso por debajo de la autovía propuesto obedece a un trazado "muy racional, como todo el Parc, y económico. La obtención de más superficie de Parc es siempre positiva, admitiría usos recreativos puntuales de baja intensidad, como los que ya hay en la zona portuaria que darían servicio a los usuarios y beneficio para el Port de Palma.