Casi tres meses lleva el grafiti de la imagen en el baluard del Príncep. Las grandes letras pintadas sobre la piedra de marés se contemplan perfectamente en la parte superior de la muralla. Un vecino denunció a principios de julio este acto vandálico y reclamó a Emaya su limpieza, tarea que debía contar con la autorización de Patrimonio del Consell de Mallorca.