Había un cierto temor ayer entre los responsables municipales en relación a la reanudación de los derribos de las 45 chabolas del poblado de Son Banya que cuentan con una orden judicial de desahucio. Se había preparado un dispositivo de seguridad especial integrado por 50 agentes de las policías Nacional y Local con el fin de evitar posibles alborotos por parte de los pobladores que no quieren abandonar el poblado. El jefe de la Policía Local en persona, Josep Palouzié, se había desplazado a pie de obra a primera hora de la mañana con el fin de tomar las decisiones oportunas en vivo y en directo, en el caso de que fuera necesario. También estuvo presente el director general de Servicios Sociales del ayuntamiento de Palma, Josep Antoni Salas. No obstante, todo se desarrolló dentro de la normalidad más absoluta. A media mañana, cuando se comprobó que todo estaba controlado, Palouzié abandonó el poblado.
Operativo cada miércoles
Cada miércoles se repetirá la anterior situación a medida que se vayan notificando por parte del juzgado las órdenes de desahucio y se hayan derribado, antes de acabar el año, las 45 chabolas cuyos moradores deben abandonar. Se prevé que la segunda tanda de derribos sea más dura.
Toma de posesión
Siete funcionarios municipales tomaron posesión ayer de sus nuevos puestos obtenidos por promoción interna. Se trata de seis oficiales de oficios y de un técnico del servicio de calidad.
