Ayer hizo escala por primera vez en el puerto de Palma el barco Le Lapérouse, un pequeño y lujoso buque de cruceros.

Sus dimensiones son mucho más pequeñas que los grandes megacruceros que nos suelen visitar, siendo de 131,4 metros de eslora por 18 de manga, y 9.976 de registro, con una capacidad máxima de sólo 184 pasajeros en 92 camarotes y una tripulación de 110 personas.

Su construcción se inició en Tulcea en Rumanía, donde se montó su casco y superestructura, siendo remolcado posteriormente hasta Noruega, concretamente hasta Alesund, donde fue finalizado, realizando su primer crucero a mediados del pasado mes de junio, por lo que el buque lleva solo tres meses en servicio. Se trata de la primera unidad de una nueva clase denominada Explorer, estando prevista la construcción de cinco gemelos más. Esta nave pertenece a la Compagnie des Iles du Ponant, entidad creada en 1988.

A bordo el ambiente es íntimo y sofisticado con un trato muy personalizado disponiendo el buque de teatro, gimnasio y spa y como gran innovación una sala submarina el Blue Eye Lounge, un salón que está a 2,5 metros debajo de la línea de flotación, y que permite a los pasajeros descubrir y experimentar el mundo submarino.

En esta escala el buque llegó con 171 pasajeros procedente de Málaga, dentro de un crucero en el que ha dado la vuelta a la península, visitando entre otros puertos Bilbao, Coruña, Oporto, Lisboa y Cádiz, partiendo posteriormente rumbo a Maó. En principio se espera que a finales del próximo octubre el buque repita escala en Palma.

Con el Le Lapérouse coincidieron ayer cuatro buques de cruceros más, El Marella Dream, el Costa Diadema y el MSC Fantasía que visitan Palma cada semana y el Riviera, otra lujosísima embarcación no tan habitual en la Bahía.