El velero del magnate ruso Andrey Melnichenko, que lleva desde la semana pasada en aguas mallorquinas, asombrando a los ciudadanos con sus 143 metros de eslora y su futurista línea de diseño Philippe Stark en acero y fibra de carbono, desplegó ayer por la tarde parte de su velamen en la bahía de Palma, mientras navegaba rumbo a Puerto Portals, su enclave preferido para pasar la noche en la que es su segunda visita a la isla.

La imagen resulta muy especial porque raras veces se pueden ver al Sailing Yatch A de Melnichenko con todas las velas desplegadas o con alguna de ellas izada sobre el mástil. Y ayer lo hizo mientra cruzaba la bahía de Palma. El barco del principal accionista de Gazpron y dueño de un imperio de nueve billones de dólares, navegó con la vela de trinquete desplegada.

El velero, en cuya construcción el millonario ruso invirtió algo más de 400 millones de euros, tiene tres palos (trinquete, mayor y mesana) con una altura de noventa metros y una ligera curvatura hacia popa. Y puede desplegar de un modo totalmente automatizado 3.700 metros cuadrados de vela con sables cuando navega a todo trapo.