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Mujeres de hoy

Leonor Taboada Spinardi: "En el 8 de marzo todo el mundo ha visto las orejas a las lobas"

Su 'Cuaderno feminista', escrito 40 años atrás, describió algunos de los males que aún persisten. La lucha continúa

Leonor Taboada dirige la revista ´Mujeres y Salud´ desde sus inicios, 22 años atrás. Manu Mielniezuk

"Si nuestros hombres se quedaron con nuestra identidad y sexualidad, el sistema médico se quedó con el resto". La frase podría haberse leído en alguna de las muchas pancartas que hubo en las manifestaciones feministas del reciente 8 de marzo en las que se tomaron las calles de manera clamorosa. En Palma, más de 20.000 personas exigieron el cambio de modelo que ponga fin al patriarcado y al capitalismo. Entre ellas, Leonor Taboada Spinardi -Buenos Aires- autora de la sentencia que cuarenta años atrás escribió en Cuaderno feminista, que hoy también recorre las gargantas de las mujeres en la llamada cuarta ola del feminismo. "Me emociona y me enorgullece que estas jóvenes estén asumiendo algo que muchas dijimos años atrás. Insisto: lo personal es político. El feminismo no tiene partido. Nos toca redefinir el Universo. Estamos frente a una re-evolución.

Una vida plena, desarrollada en Buenos Aires, California, Barcelona, Palma y siempre a favor del feminismo. Desde el periodismo como directora de Mujeres y Salud, referente; en Redcaps de médicas, sanitarias y activistas por la salud de las mujeres; en el comité de la Plataforma médica No gracias; en ADIBS y Dona Sana; en Feministes en Acción y Lobby de Dones, entre otros. Ha puesto su cerebro y corazón en el ya mencionado Cuaderno feminista y en La maternidad tecnológica. Desde los últimos diez años proyecta junto a otras mujeres Ciutatdelles, "otra manera de vivir el envejecimiento, para que sea un oasis y no una cruz". Como siempre, pionera.

¿Cuándo tomaste conciencia feminista?

Tenía 21 años, trabajaba en publicidad y quería ir a California. Pero pasé por Perú, y conocí al que sería el padre de mi hijo. En la Universidad tenía compañeros afines a los montoneros pero buscaba algo que no estaba en la revolución al uso. En un viaje a Londres tuve un shock, el Women Liberation, y después otro en California, el movimiento del colectivo de Boston, las mujeres que escribieron Our bodies ourselves founders. Me dije: 'Hay que traducirlo', y junto a Raquel Sheer lo tradujimos. Me cambió la vida.

Y la de tantas mujeres por ejemplo en Mallorca, donde creásteis el Grupo Pelvis. Cuénteme ese rock and roll.

Era una época de fiebre feminista. Acababa de volver de Estados Unidos donde además de traducir Nuestros cuerpos, nuestras vidas entré en contacto con los grupos de autoconocimiento en clínicas feministas. Regresé a Palma con un espéculo en la maleta. Junto a Jimena Jiménez, Niní Quetglas y Malén Cirerol y otras formamos el grupo Las Pelvis, feministas radicales. Preguntamos a los políticos qué pensaban hacer con la anticoncepción, el aborto, la homosexualidad, la llamada entonces violencia doméstica. Controlar nuestra biología era controlar nuestra vida así que trabajamos en el Planning, dirigido por Reyes López, al fin una ginecóloga. De ahí pasamos a formar parte de la Asociación Estatal de Mujeres por la salud.

Hoy existen leyes que ya amparan esas peticiones pero el machismo no se detiene.

El patriarcado es un virus; se adapta al tiempo. Por ejemplo, el Tratamiento Hormonal Sustitutivo es tremendo, provoca cáncer de mama, infartos, pero los laboratorios no cejan; ahora dicen que cura el alzheimer. La batalla contra la industria farmacológica es tremenda. Los laboratorios tienen la potestad de hacer sus estudios, pagar miles de euros y dólares a médicos que se prestan, y en un sistema sanitario donde una de las grandes perjudicadas es la mujer. No paran de recetar antidepresivos, pero no se preguntan qué causas provocan la depresión a esa mujer. Estamos muy lejos de un sistema de sanidad que abarque problemáticas reales de las mujeres.

En medicina cada vez hay más mujeres. ¿Ayudará?

El patriarcado está en las facultades. No hay profesoras médicas. En la de la UIB, perfecto, se crea la facultad de Medicina, con un mayor número de mujeres en el alumnado, pero sin ninguna asignatura de grado en Género. Vamos a presentar un proyecto que incluya una asignatura de Género.

¿Qué opinión le merecen los 'vientres de alquiler'?

Al margen del absurdo, me parece violento. Es la demostración más nítida de lo poco que importan las mujeres en el mundo patriarcal. Me ha molestado este asunto en el colectivo gay. Y en cuanto al argumento de que estas mujeres lo hacen porque quieren, yo contesto: es explotación del útero. Ahora resulta que hay maridos que mandan a sus mujeres a hacerlo por ayudar económicamente en la casa. Es una inmoralidad... Habiendo millones de niños en el mundo.

¿Qué explica el eco mundial de este último 8 de marzo?

Creo que todo el mundo vio las orejas a las lobas. El avance es imparable. No ha sucedido así sin más, son años de preparación, y seguimos. Las mujeres jóvenes me tienen deslumbrada. Una mujer machista debe estar pensando qué está pasando porque en su propio contexto, sus hijas, sus nietas, sus sobrinas, estuvieron ahí; muchas mujeres han encontrado un lugar que no sabían que era para ellas. Muchos hombres, a su vez, se han tenido que replantear cosas.

Muchos, incluso apoyando al feminismo, dicen haberse sentido excluidos porque querían hacer huelga. ¿Qué opina?

Desde abril de 2017, fueron las mujeres las que organizaron este movimiento. Era una huelga de mujeres para evidenciar problemas que afectan a las mujeres. Ellos pudieron apoyarnos de otra manera, y muchos lo hicieron.

Hay mujeres como Paula Guerra que ha criticado el feminismo blanco de esta movilización: "mientras una blanca para, nueve inmigrantes trabajan".

El feminismo es inclusivo, blancas, negras...

¿Hombres?

(Ríe) Algunos.

Como periodista, ¿algo que decir a la cobertura del 8M?

El hecho de que mujeres periodistas se sumaran a la huelga ha ayudado mucho, pero hasta que los medios no retiren la publicidad del sexo, van a tener que hacer mucho para convencerme de su apoyo al feminismo. Cuando un hombre acude a una prostituta, tiene una motivación más profunda que el intercambio de sexo: va por poder.

¿Qué es Ciutadelles?

La vejez es una asignatura pendiente en esta sociedad, que afecta sobre todo a mujeres. Ciutadelles es un proyecto de envejecimiento activo basado en el cohabitatge para evitar la soledad y los geriátricos. A ver si el Govern nos incluye en el plan de cooperativas en régimen de alquiler.

¿Y ahora qué, tras el 8 de marzo?

Suscribo la frase de Susana Gisbert: "El mundo no se cambia sentada en un sofá".

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