La anómala situación que atraviesa en este mandato el Ayuntamiento de Palma debido, en parte, a las dificultades ocasionadas por los casos de corrupción que se están investigando, que han salpicado, además de a la Policía Local, a otros departamentos municipales como Urbanismo, Salud y Función Pública, se materializa, entre otros aspectos, en la "exasperante" ralentización de la maquinaria administrativa. Si en condiciones normales es difícil tramitar un concurso público en la administración municipal, ahora en Cort se ha convertido en misión casi imposible. Prueba de ello son las numerosas prórrogas de servicios que se deben autorizar para que se pueda continuar prestando por parte del Ayuntamiento. En estas condiciones, en prácticamente cada pleno, el alcalde debe autorizar prórrogas extraordinarias con informes de objeción del interventor municipal. La sesión del pasado jueves no fue una excepción, ya que el alto funcionario puso objeciones a la prórroga extraordinaria para la gestión del centro Flassaders, del servicio de autonomía personal de los casals de Ciutat Antiga, es Jonquet y Can Ribas y del mantenimiento de los semáforos.
Copa de Navidad con los funcionarios
Mientras tanto, las buenas costumbres no se pierden y el alcalde, junto con buena parte de los miembros de la Corporación aún de servicio, se reunieron ayer con los funcionarios municipales en la antesala de alcaldía para el tradicional brindis de Navidad. Antoni Noguera destacó la importancia de los trabajadores municipales para el buen funcionamiento de la administración, y recordó que en estos dos años y medio, se ha culminado la recuperación de los derechos perdidos con el PP.
Reencuentro en la plaza de Cort
Dos buenas amigas se reencontraron ayer en la plaza de Cort y se felicitaron efusivamente las fiestas: la exalcaldesa socialista Aina Calvo y la exconcejala de Urbanismo Yolanda Garví.
