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Sa Torreta

Matines: Más que la Sibil·la

Un niño vestido de cura declama el Sermó de la Calenda. Joan POns

La Sibil·la se ha convertido en la gran protagonista de la Nit de Nadal en Mallorca. Sin embargo, hay otros elementos del ritual de esta noche que son característicos de la isla y que tienen un origen similar. El Sermó de la Calenda es uno de ellos. Igual que el Jorn del Judici, que así era citado el canto de la profetisa en los textos antiguos, tiene su origen en las antiguas representaciones populares relacionadas con la Navidad.

Pere Joan Llabrés explica en su obra Celebrar Nadal a Mallorca Celebrar Nadal a Mallorcaque los actos protagonizados por niños durante el ciclo navideño han sido una constante a lo largo de la historia. Un cantor o un monaguillo protagonizaban antiguamente el anuncio de la Navidad en la mañana del 24 de diciembre.

En el siglo XVI se pronunciaba en el coro un sermón en latín dirigido al clero de la catedral. Llabrés no puede discernir en qué forma el protagonismo pasó de un presbítero a un niño, ni cómo se cambió el latín por el mallorquín, ni por qué dejó de celebrarse durante las horas de la mañana y se incorporó a las Matines de la Nochebuena.

Llorenç Riber cuenta en su Minyonia d'un infant orat Minyonia d'un infant oratque estando el Lluc fue el encargado de pronunciar el sermón. Narra que en cada templo se explicaba de una forma diferente y que un "capellà lletraferit el fa a la seva manera i es renovella cada parell d'anys". El niño elegido memorizaba el texto y lo pronunciaba vestido con sotana y bonete.

La iglesia mallorquina aconsejó después del Vaticano II incluirlo en la celebración de la Nit de Nadal. Se pronuncia después del saludo del religioso que preside la ceremonia y antes de que comiencen las lecturas.

Aunque, como se ha explicado antes, en cada templo el niño memoriza un texto distinto que varía cada pocos años, todos mantienen unas constantes. Recuerdan el nacimiento de Jesús, las circunstancias del alumbramiento -en Belén, en un establo, la visita de los pastores y de los Magos...- y acaba implorando la gracia divina. En definitiva, otra tradición muy mallorquina del 24 de diciembre aunque ha quedado eclipsada por la Sibil·la.

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