Retenciones en los principales accesos al centro, la carretera de la fachada marítima, "colapsada", aparcamientos subterráneos al completo y calles comerciales abarrotadas de turistas. Este es el panorama que se está viviendo en la ciudad debido a la jornada nublada de la mañana y la lluvia que ha empezado a caer.

A la actividad habitual de septiembre, con el curso escolar recién iniciado, se ha sumado la llegada de numerosos visitantes de otros puntos de la isla, como ocurre cuando se nubla, y la presencia en el puerto de varios cruceros, por lo que la saturación es patente, como ha constatado la Policía Local, que ha tenido que activar una vez más la llamada Operación Nube.

Este operativo especial consiste en reforzar con agentes las principales entradas a Palma y los accesos a los estacionamientos subterráneos, así como modificar la regulación semafórica con el fin de intentar dar más fluidez al tráfico.