El Ayuntamiento de Palma prevé convertir el Pla de Sant Jordi en un Parque Agrario con el fin de garantizar la preservación de esta extensa zona del municipio, que se está degradando debido en parte al progresivo abandono de las tierras.

Paralelamente se propone la creación de un banco de tierras con aportaciones de fincas de propiedad municipal y de particulares. Por el momento, la aportación municipal será de un mínimo de siete parcelas que en estos momentos están en desuso.

Se pretende que el banco de tierras pueda satisfacer tanto las necesidades de la producción agraria profesional y las de autoconsumo de alimentos de calidad. Ofrecerá asimismo un servicio de mediación y seguimiento durante un tiempo determinado del uso de la parcela y de la relación entre el usuario y el propietario.

Se prevé que el uso de las parcelas se establezca mediante la firma de contratos, que pueden materializarse en función de los requerimientos de cada propietario en acuerdos de alquiler, cesión gratuita del suelo u otros pactos de explotación y uso de las tierras que se puedan alcanzar entre los propietarios y los beneficiarios.

De esta forma, según el documento de diagnosis del sector agrario de Palma, el banco de tierras debería satisfacer las necesidades de dos sectores de población diferenciados. Por una aparte, las de las personas que buscan una alternativa laboral en la producción agraria y, por otra, los requerimientos de la población que demanda un espacio para cultivar alimentos para el autoconsumo.

En el estudio se señala que poder ayudar al primer sector de población supondría también la posibilidad de que nuevas personas se dediquen al campo, con todos los beneficios que ello supone para el cuidado de las tierras. En el segundo caso, las familias que buscan un espacio para el autoconsumo pueden utilizar parcelas de entre 10 y 30 metros cuadrados. En el estudio se indica asimismo que se deberen incluir estas explotaciones familiares en la la red de huertos sociales de que dispone el Ayuntamiento con el fin de aprovechar la infraestructura ya creada para este servicio.

Por lo que respecta a la propuesta del parque agrario, se trata de una figura de protección que se plantea para el mantenimiento de la integridad del suelo agrario y, en especial, para la pervivencia de esta actividad. Además, la delimitación de esta figura también tendría una importante función de cinturón verde alrededor de la ciudad.

Asimismo, desde el punto de vista ecológico, el estudio indica que permitirá la conservación de los hábitats agrícolas y el mantenimiento de la biodiversidad animal, en especial de aves, asociada a esos espacios.

También será un aliciente para la educación ambiental, puesto que permitirá la adecuación y señalización de itinerarios a lo largo del parque. Asimismo, se debe redactar un plan de gestión para el parque que planifique las acciones a llevar a cabo y que garantice el seguimiento de la eficacia de la implantación de esta figura.

Se considera que la creación del parque agrario es una actuación complementaria a la puesta en funcionamiento del banco de tierras.