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Por una Nit de sant Joan sin residuos en las playas

La concienciación medioambiental va calando poco a poco en amplias capas de la población hasta el punto de que se desarrollan iniciativas...

El asfaltado indignó a padres y profesores. M. Fernández.

La concienciación medioambiental va calando poco a poco en amplias capas de la población hasta el punto de que se desarrollan iniciativas paralelas a eventos multitudinarios como, por ejemplo, la propuesta por el Racó de Ses Idees y GreenPeace Mallorca consistente en celebrar una Nit de Sant Joan sin dejar desperdicios en las playas. La cita es en la playa de es Portitxol a partir de las 19, 00 horas del viernes, día 23. Los ciudadanos están llamados a acudir con sus propios vasos, cubiertos, recipientes y cestas o bolsas reutilizables, evitando las bolsas de plástico de un solo uso, así como las bebidas envasadas o las latas y los vasos y cubiertos desechables. Tampoco deben dejar colillas ni restos de velas. Todo ello con el objetivo de que, al acabar la noche, dejar la playa tan limpia como la encontraron.

Más de 40 toneladas

Resulta que el año pasado se recogieron en las playas de la ciudad después de la noche de Sant Joan más de 40 toneladas de residuos, cuando, en un día normal esta cifra se reduce a 15. Además, según estas dos entidades, a la cifra anterior habría que añadir los plásticos y otros residuos que acaban en el mar por efecto del viento y las olas, además de las colillas que, al ser de pequeño tamaño, no pueden ser recogidas por las máquinas.

Mareas vivas

Es importante que los desperdicios no se queden sobre la playa, porque esta noche, que es la más corta del año, se producen según los expertos, mareas vivas a partir de las 4,30 horas de la mañana, por lo que los servicios de limpieza municipales apenas tienen margen de maniobra, puesto que, si comienzan a recoger los desperdicios después de esta hora, buena parte de ellos habrán sido engullidos por las olas.

Padres indignados en el Costa y Llobera

Las brigadas municipales consiguieron ayer que un grupo de padres del colegio público Costa y Llobera, situado en la calle General Riera, se indignaran y que los maestros se enfadaran debido a los trabajos de asfaltado de la calle por donde salen los pequeños. El olor a alquitrán y el polvo desprendido por los trabajos provocó que se tuvieran que cerrar ventanas a lo largo de toda la mañana.

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