Dos tercios de los 28 hectómetros cúbicos de agua residual que las plantas de Sant Jordi y del Coll den Rabassa depuraron el año pasado pueden ser utilizadas para el riego urbano o en los campos de golf puesto que el líquido sufre un proceso de depuración terciaria, con el que se eliminan contaminantes como el fósforo y compuestos que contienen nitratos, entre otros.

No obstante, pese al elevado grado de tratamiento, la teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidenta de Emaya, Neus Truyol, insistió en la necesidad de contar con una nueva depuradora en el Coll d'en Rabassa y de un nuevo emisario en Ciutat Jardí, debido a la obsolescencia de estas dos infraestructuras, que tienen una antigüedead de más de 40 años.

Asimismo, es preciso realizar una serie de inversiones como las ya pactadas con la conselleria de Medio Ambiente, valoradas en 35 millones, que junto con la nueva planta y el emisario, que deben ser financiados por el ministerio de Medio Ambiente por un importe que ronda los 80 millones, con el fin de evitar los vertidos al mar de agua residual cuando se producen episodios de lluvias torrenciales que desbordan la capacidad de las depuradoras.

Concurso Opticaigua

Por ello, Truyol, insistió en que los grandes retos de Emaya siguen siendo el incremento de la depuración y el de la reutilización. La presidenta de Emaya hizo estas declaraciones en el acto de presentación del concurso fotográfico Opticaigua, coincidiendo con la celebración ayer del Día Mundial del Agua.

Precisamente, el lema de la edición de este año Aguas residuales-¿Por qué gastar agua?, que Emaya organiza con TotFoto y FotoRuanoPro, pretende concienciar a la población, a través de las imágenes, de la necesidad de reutilizar el agua residual. Las fotografías pueden presentarse hasta el próximo 22 de abril. Se han establecido tres premios cinco accésits y 5 finalistas.