Ya se sabe que todo el mundo, cuando tiene algún problema relacionado con la administración, sea la municipal, insular o autonómica, quiere hablar con el alcalde. José Hila no se ha librado de esta tendencia general y, además, la ha incentivado puesto que, desde un primer momento, tal como prometió, ha dedicado una o dos mañanas a la semana a recibir a los ciudadanos y asociaciones que han solicitado entrevistarse con él. La iniciativa ha tenido tanto éxito que la primera autoridad municipal no puede atender todas las solicitudes como quisiera y ya arrastra una lista de espera de cuatro meses. En la práctica va a dejar una herencia de reuniones pendientes al futuro alcalde Antoni Noguera. Habrá que ver si éste las mantendrá o si las personas que querían exponer su problema a Hila querrán hacerlo con Noguera.
Fin de ciclo en Cort
A propósito de la acumulación de reuniones pendientes, el alcalde y prácticamente todos sus concejales, viven desde el pasado mes de diciembre y, en especial, desde que han finalizado las fiestas de Sant Sebastià, una especie de fin de ciclo, con visitas multitudinarias a obras iniciadas, presentaciones de proyectos más o menos avanzados, resúmenes de actuaciones realizadas por concejalías y un largo etcétera. Todo muy similar a lo que ocurre cuando un equipo de gobierno finaliza sus cuatro años de mandato y aspira de nuevo a presentarse a la reelección.
La Plataforma Salvem sa Feixina, en Madrid
Una delegación de la Plataforma Salvem sa Feixina, integrada por Marisé Fernández-Segade, Jorge Garrido y Tomeu Berga estuvo el martes en Madrid. Acompañados por el senador José Ramón Bauzá, entregaron documentación relativa a la preservación del monolito al presidente del Senado, Pío García Escudero y a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría. Entre otras iniciativas, contemplan la posibilidad de presentar una denuncia ante el Consejo de Europa y la Unión Europea.
