Gabriel Alomar planteó en su proyecto ganador de la reforma o reordenación de la ciudad de Palma doce propuestas, encaminadas en su mayoría a abrir o ensanchar las arterias existentes y a trazar otras nuevas. Sin menoscabar el valor del centro histórico, Alomar no fue un purista ya que él veía razones suficientes para intervenir y demoler zonas como Sant Pere, Calatrava, Sindicat, Gerreria, etcétera. De sus doce puntos, solo dos se llevaron a cabo, la del mercado del Olivar y la de la avenida de Jaume III. Dentro del ámbito arquitectónico, urbanístico, su acción se juzga hoy "injustificable", y que "prestó escasa atención a la trama ya existente". Jaume III ha sido la arteria comercial de nivel económico alto hasta los 90; con los cambios sociales, hoy por hoy, la avenida ha perdido pujanza frente al Born.
Oferta Flash
Suscríbete a Diario de Mallorca durante nueve meses por tan solo 9,99 euros
El proyecto de Alomar