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Comercio

El gigante sueco Ikea gana terreno

La multinacional del mueble inaugura la nueva tienda con un 40% más de superficie - A primera hora unas 200 personas hicieron cola antes de la apertura

Ikea abre su nueva tienda

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La historia se repite. En 1992 Birgitta de Suecia presidió la inauguración de la tienda de Ikea cuando la multinacional desembarcó en Mallorca. Y ayer también fue la princesa sueca quien se encargó de cortar las cintas (porque hubo dos, una amarilla y una azul para honrar a los colores de su país) y dar por estrenado el nuevo local que la empresa del mueble ha construido en el Polígon de Llevant de Palma.

La tienda es ahora un 40% más grande. Son 6.400 metros cuadrados de una exposición pensada para pasar más tiempo ojeando muebles. Unas 200 personas hicieron cola antes las diez de la mañana para asistir a la inauguración.

La primera fue Carolina Torres, que a las 9.25 horas llegó a la tienda del camino Fondo porque le hacía "ilusión venir el primer día". Y, como que esperaba atascos, llegó con antelación. A los cinco primeros en entrar a la tienda les obsequiaron con un lote de comida sueca y un peluche.

Los segundos en entrar fueron Cristina Vera y Juan José Gallego que querían "chafardear por la nueva tienda". Y detrás de ellos llegó Cristina Dávila, que se enteró del estreno "de casualidad" porque va a menudo a desayunar o comer.

En la cola hubo tres payasos vestidos de policía que amenizaron la espera a grupos como el de Annet Cruz y otras cuatro madres del colegio Corpus Christi, que ya han quedado para ir al estreno de Müller, Aldi o Primark. "Soy autónoma y me he cogido el día libre para venir a la tienda", confesaba Cruz.

A la hora de la apertura al público, a las diez en punto, la clientela fue recibida por una hilera de trabajadores entre vítores y aplausos. Luego comenzaron a llenarse los pasillos, aunque mucha gente fue directa a la cafetería sueca.

Mientras tanto en la línea de cajas estaban en guardia. Diecisiete minutos tardó la primera persona en comprar en el nuevo establecimiento. Fue Teresa Pareja, que se llevó unas toallas. "No he tenido tiempo a ver la tienda. He venido porque lo necesitaba y ya volveré más adelante para verla con calma", comentó.

Tras ver la nueva tienda, la mayoría de clientes coincidió en que les gustó el nuevo diseño. Raquel Serna destacó que "era igual pero mucho más amplia". "Puedes pasar sin golpear nada", bromeó. José Luis Gómez, que el martes también acudió a Ikea, regresó ayer por trabajo y quedó maravillado por la ovación de bienvenida que les brindaron los trabajadores.

La jefa de la tienda, Nuria Arrondo, explicó que cada día atienden a una media de 3.400 clientes (el doble los sábados). La plantilla ha aumentado ligeramente para la nueva tienda y ahora tienen unos 380 empleados. Según el conseller de Trabajo del Govern, Iago Negueruela, quien evitó salir en las fotos de la inauguración, se trata de puestos de "empleo de calidad".

A diferencia de lo que ocurrió con la apertura del centro comercial del Coll d'en Rabassa, no hubo atascos en el tráfico ni por la mañana ni a mediodía. Muchos de los clientes no sabían del estreno del nuevo espacio y alguno intentó entrar a la tienda antigua sin percatarse de que ya estaba cerrada y vallada. En los próximos meses la demolerán para transformarla en un almacén y el punto de recogida de muebles voluminosos.

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