Unas 400 personas del municipio de Palma están en la lista de espera para recibir atención a domicilio de los servicios sociales municipales. Según los datos facilitados por el equipo de gobierno de Cort, los solicitantes con más tiempo en cola llevan seis meses.

El Govern balear y el consistorio palmesano firmaron ayer un convenio de colaboración que permita ampliar el número de horas del servicio de ayuda a domicilio de forma que se reduzca la lista de espera.

La Conselleria de Servicios Sociales, regida por Fina Santiago (Més), aportará cerca del doble de subvención a Cort que el año pasado. En total, en 2016 el Ejecutivo autonómico pagará casi 1,3 millones de euros al Ayuntamiento para atender en sus propios hogares a las personas con un grado de discapacidad reconocido.

El servicio de ayuda a domicilio de Palma atiende ahora a unas mil personas al año, una cifra idéntica a la del año pasado. Todas estas personas reciben una atención que se traduce en 263.000 horas de asistencia al año, una cifra que ahora se podrá aumentar al incrementarse la dotación presupuestaria. Gracias a la aportación económica del Govern, el área de Bienestar Social de Cort espera reducir la lista de espera prácticamente a cero el año que viene.

La firma del convenio de colaboración tuvo lugar ayer por la mañana e intervinieron la consellera de Servicios Sociales del Govern, Fina Santiago (Més), y el alcalde de Palma, José Hila (PSOE).

Santiago destacó que este servicio a domicilio beneficia sobre todo a las personas dependientes de grado I y II. La consellera espera que la subvención de 1,3 millones de euros permita "ampliar la cifra de trabajadores familiares que prestan el servicio" en la capital.

Actualmente Cort dispone de diez personas dedicadas a este servicio. Además, tiene subcontratada una empresa externa para atender las necesidades más específicas (como curas médicas o necesidades dietéticas). El contrato público cuesta 5,4 millones de euros al año y de él se encarga la compañía Servisar Servicios Sociales.

El alcalde Hila agregó que ese dinero servirá para "tener más medios" para "cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos, que son una prioridad".

El servicio domiciliario permite que las personas mayores o con discapacidad puedan recibir una atención personalizada en casa. Los servicios que se prestan son variados y van desde bañar y vestir a una persona hasta hacerle la comida, la compra o ayudarla a hacer gestiones. Además, permite descargar de trabajo a los cuidadores personales y a los familiares de los usuarios del servicio.

En Palma el perfil más habitual entre quienes reciben la ayuda municipal a domicilio son personas a partir de 65 o 70 años, solas o que viven con una persona que no se puede hacer cargo de todas las necesidades de un dependiente.