Como jefe de la Patrulla Verde, uno de los cargos de mayor responsabilidad dentro de la estructura de la Policía Local de Palma, tenía a su disposición un vehículo camuflado, conducido por un agente. Varios de los policías que han declarado en el juzgado han asegurado que el chófer trasladaba al subinspector hasta la propia puerta del club de alterne. Daba instrucciones a su subordinado para que fueran a buscarle horas después. El subinspector, que estuvo varios meses en prisión, negó que en alguna ocasión hubiera sido invitado a tener relaciones sexuales con las mujeres que trabajaban en este club de alterne. Reconoció, en cambio, que había estado en muchas ocasiones y que alguna vez había invitado a las chicas. No coincide con la declaración que realizaron algunas trabajadoras que aseguraron que su presencia en el local era contínuo y que el dueño le invitaba, se supone que por su condición de mando policial y a cambio de recibir protección, a tener sexo gratis con las prostitutas. Los camareros llegaron a decir incluso que en un mismo día el responsable policial acudía en varias ocasiones. El juez Penalva y el fiscal Subirán han llegado a la conclusión de que el jefe de la Patrulla Verde pasaba más tiempo en los locales de alterne que en las oficinas de la Policía Local. Y, además, afirman que no daba nunca órdenes a sus subordinados, porque no sabía nada del trabajo que se desarrollaba en la Patrulla Verde. Por otra parte, ayer tarde se tomó declaración a otros imputados en la causa de corrupción.
