La incertidumbre inunda el club náutico del Molinar desde que el pasado jueves la Autoritat Portuària de Balears anunciara su intención de recuperar la gestión de los amarres y explotarla de forma directa. Las preguntas de los socios no cesan y aumentan las dudas sobre el futuro de las embarcaciones que actualmente descansan en las aguas del antiguo barrio pesquero.
El presidente de la entidad, Rafel Vallespir, asegura tener la respuesta: los socios perderían sus amarres. Razona que los miembros del club náutico tienen sus amarres debido a que es el propio club quien los gestiona. Si pasan a manos de la Autoritat Portuària, Vallespir asegura que los amarres no podrán adjudicarse de forma directa de acuerdo a la normativa actual. Igual que sucede con el resto de puertos deportivos de Balears, hay una lista de espera en función de antigüedad en las peticiones y de la eslora de las embarcaciones. Como explicó ayer este diario, 728 personas buscan un amarre en Palma para poder dejar la barca.
Vallespir asevera que todas estas personas pasarían por delante de los socios del náutico del Molinar, porque estos últimos no tienen ninguna vinculación con la Autoritat Portuària. "¿Acaso se saltarán la lista de espera para cumplir la promesa de darles los amarres a los socios del club?", aseguró el presidente del Club Marítim en alusión a la declaraciones del máximo responsable de la Autoritat Portuària de Balears, Joan Gual de Torrella.
"Las concesiones actuales son al Club Marítim Molinar de Llevant, no pertenecen a cada socio. Pero Gual de Torrella ha generado una expectativa en los socios que no va a poder cumplir", agregó Vallespir.
Las intenciones de la Autoritat Portuària todavía no se han plasmado sobre el papel, por lo que no se conocen los detalles legales de la propuesta de Gual de Torrella, que deberá debatirse en el próximo consejo de administración de la entidad gestora de los puertos del archipiélago.
Rescatar la concesión del club
La concesión del puerto deportivo al Club Marítim Molinar de Llevant finaliza en 2018. Sin embargo, la Autoritat Portuària podría rescatarla antes si demuestra que la junta directiva del club no ha cumplido con el deber de mantener las instalaciones de forma adecuada o que la gestión no ha sido la correcta.
En junio la Autoritat Portuària envió al club un primer aviso sobre los problemas de mantenimiento de la sede social de la entidad. Vallespir asegura que es un cambio de criterio del organismo público, que antes les recomendaba no realizar las obras hasta que supieran si les aprobaban el proyecto de ampliación.
La anterior directiva, presidida por Alberto Pons, entendía que las obras de ampliación eran necesarias para renovar la concesión y que el Molinar de Llevant siguiera existiendo. "El club náutico más antiguo de Balears va a desaparecer. Sin los ingresos de los amarres la entidad está destinada a morir", concluye Vallespir.
