Entre 400 y 500 personas se han concentrado la mañana de este sábado alrededor del monumento de sa Feixina para reivindicar la permanencia del monolito y rechazar la propuesta del Ayuntamiento de demolerlo.

La concentración ha sido convocada por la plataforma 'Salvem Es Monumnt de Sa Feixina', formada por once asociaciones de vecinos de Palma y otras entidades.

En el transcurso del encuentro, en el que se ha pedido "no exhibir banderas de ningún partido y de ninguna clase", se ha leído un manifiesto que ha sido remitido a todas las instituciones baleares "ante el absurdo del Ayuntamiento de Palma de tirar este monumento que preside el parque".

El objetivo ha sido hacer "una llamada al diálogo y consenso y evitar que desaparezca un monumento que existe por muchos motivos".

El monolito fue originalmente erigido en recuerdo del hundimiento del crucero Baleares, pero posteriormente fue adecuado a los requisitos de la Memoria Histórica por decisión del Ayuntamiento liderado por Aina Calvo en 2010.

Por ello, los asistentes han mostrado su disconformidad y "preocupación" ya que "fue transformado en un monumento a la paz y la concordia" y no entienden que "ahora un nuevo consistorio quiera destruir el consenso en su día alcanzado y eliminar este vestigio de nuestra historia".

"Consideramos que el patrimonio cultural explica la historia de las ciudades y por tanto hay que mantener en ella huellas del pasado. Todos los monumentos por tanto, independientemente del motivo por el cual en su día fueron erigidos, con el paso del tiempo, superan cualquier ideología", han incidido.

En este sentido, han subrayado que las próximas generaciones deben considerar el monumento "más allá de su intencionalidad original, de la que hoy está despojado", porque "lo que importa valorar es que nuestra ciudad fuera capaz de convertirlo en una advertencia para que nunca vuelvan a repetirse los errores de luchar entre hermanos".

"Es un clamor contra las guerras y las dictaduras", han sentenciado.

Además, los convocantes han defendido su valor patrimonial y arquitectónico, ya que fue construido "por el estudio del reconocido internacionalmente Francesc Roca Simó, uno de los mejores arquitectos mallorquines de la primera mitad del siglo XX, perteneciente a la corriente arquitectónica racionalista y único en nuestra tierra".

Por todo ello, han pedido al Ayuntamiento que apueste "por alcanzar una concordia que nos proyecte hacia el futuro y sepa superar y olvidar un pasado de viejos rencores", ya que rectificar la decisión de demolerlo "demostraría la sensibilidad y altura de miras de nuestros políticos".

Al finalizar la concentración los asistentes han marchado alrededor del monumento para "abrazarlo", mientras sonaba el tema Libertad sin ira por los altavoces del escenario.