Otros dos agentes de la Policía Local de Palma que están siendo investigados por su presunta relación con la trama de corrupción en el cuerpo quedaron ayer en libertad tras prestar declaración en el juzgado y negar las acusaciones.

En esta última fase de la "operación Sancus" que lleva a cabo la Policía Nacional fue detenido el pasado lunes uno de estos agentes, que ayer fue conducido al juzgado a prestar declaración. Este policía está destinado en la Patrulla Verda, el grupo que está bajo los focos de los investigadores por supuestas prácticas corruptas. Sobre las doce del mediodía comenzó a declarar ante el juez Manuel Penalva, que instruye el caso, y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán. Está acusado de una sucesión de delitos, comunes a otros implicados en la trama: extorsión, cohecho, pertenencia a grupo criminal y amenazas.

La declaración se prolongó durante unas dos horas. El agente se desvinculó de la trama. Dijo que nunca había participado en hechos como los que se le imputan y que no sabía nada de ellos. Tampoco implicó a otros policías. Cuando finalizó, el juez le dejó en libertad con cargos, pero sin medidas cautelares.

El juez Penalva tomó también declaración ayer a otro agente, que había sido citado en calidad de investigado. Este otro policía formó parte de la Unitat d'Intervenció Immediata (UII), aunque aclaró que de vez en cuando le llamaban para que colaborase con la Patrulla Verda en servicios ocasionales. Añadió que, en cualquier caso, llevaba mucho tiempo sin hacer trabajos de calle, ya que había estado cinco años realizando tareas formativas en la conselleria de Interior.

Este agente negó también tener relación con la trama de corrupción. Varios testigos protegidos lo han señalado como una persona que siempre se presentaba en los locales en los que se realizaban las inspecciones por parte de la Policía. Él insistió en que los testigos mienten y dijo que desconocía por qué lo hacían. Una vez finalizada su declaración, el juez le dejó también libre con cargos, con la obligación de presentarse en el juzgado cada quince días.