Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sa Torreta

Gabriel Alomar diseña la nueva Palma

Una parte de la Palma de hoy es consecuencia directa de una decisión tomada hace tres cuartos de siglo. A finales de enero de 1941 apenas...

El arquitecto y urbanista Gabriel Alomar.

Una parte de la Palma de hoy es consecuencia directa de una decisión tomada hace tres cuartos de siglo. A finales de enero de 1941 apenas habían callado los fusiles de la Guerra Civil, los palmesanos sufrían serias restricciones de alimentos y electricidad y el nazismo alemán extendía sus fauces por Europa. Sin embargo, en Palma se pensaba en la ciudad del futuro, aunque sin imaginar la auténtica dimensión que iba a tomar. El Ayuntamiento presidido por Gabriel Riera adjudicó al entonces jovencísimo arquitecto Gabriel Alomar -tenía 3o años- la reforma de Palma. Se impuso a otros profesionales como Antonio Parietti o Francisco Roca.

Si hoy Jaume III es una de las calles más comerciales de Palma se debe a las propuestas de Gabriel Alomar. Igual que la urbanización de la zona de s´Hort d´en Moranta, entre la calle Bonaire y el Passeig Mallorca, o la de la V comprendida entre las carreteras de Manacor y Llucmajor, que se identifica con la actual calle Foners. El traslado del mercado desde la plaza Major hasta el Olivar o las escaleras del final de la Rambla, también son propuestas de Alomar.

Son muchas más las reformas que se quedaron sobre los planos y nunca se ejecutaron. La principal es la creación de una gran circunvalación en torno a la plaza Major. Desde ahí debían partir grandes avenidas que enlazaban con las principales carreteras que enlazan la capital con el interior de la isla. En algunos casos se ensanchaban calles ya existentes como Sant Miquel. En otros se abrían nuevas atravesando el corazón de la ciudad para que las rutas de Inca, Manacor o Llucmajor confluyeran en la inmensa semirrotonda central. El objetivo era "la resolución definitiva de los problemas planteados en los aspectos circulatorio, higiénico y estético".

Otros planes que nunca se ejecutaron fueron la creación de una gran zona deportiva, con estadio municipal, velódromo e hipódromo, en las inmediaciones de Pere Garau. Tampoco fructificó la reurbanización de zonas de "gran potencial residencial" en el Jonquet, sa Calatrava y el Puig de Sant Pere.

Compartir el artículo

stats