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Entrevista

Beatriz Delgado Martínez de Retuerto: "No me he desvinculado de los zapatos, solo se me han quedado pequeños"

Beatriz Delgado Martínez de Retuerto: "No me he desvinculado de los zapatos, solo se me han quedado pequeños" "La Fàbrica ha venido a rescatarme. Desde aquí, la isla es inmensa", dice Beatriz Delgado.

Cuando Joan Ramis la conoció, la fichó sin necesidad de pedirle su currículum. "Me ha bastado verte. Ayúdame", le dijo. Ella es Beatriz Delgado, una cascada de vitalidad y creatividad. Se la conoce profesionalmente por sus diseños de zapatos. Sybilla, Farrutx, Camper, Cartujano y, mucho antes, su conocimiento del oficio junto a John Lobb, el zapatero de la Casa Real inglesa, son las hormas de esta mujer. En 2014 vivió un año de claroscuros. Cumplió 50 años conociéndose al dedillo. Eligió el silencio para pensar y tomar decisiones. Su marcha de Camper, tras 11 años en la marca mallorquina de los Fluxà, a la que ella les añadió centímetros de altura al crear los "tacones terapéuticos", se ha saldado con bien. Lo que no te mata, te hace fuerte.

Desde agosto trabaja a destajo en la Fàbrica Ramis, en Inca. Es la directora artística de un sueño, el del economista y profesor de Esade Joan Ramis, que recupera la antigua fábrica textil que su abuelo abrió en 1920 y que 40 años después se convertiría en fábrica de pieles y marroquinería, para darle una vuelta de tuerca. La chimenea preside un edificio industrial cuyo patio se ha convertido en el bosque del Archiduque, en claro homenaje a Luis Salvador de Austria, a quien el economista mallorquín conoce y admira. La Fàbrica Ramis abrirá sus puertas a finales de este mes convertida en una nave de ideas y conocimiento. Y Beatriz Delgado Martínez de Retuerto -Madrid, 1964-, estará ahí, "fascinada y agradecida" ante esta nueva etapa de su vida.

-De Camper a la Fàbrica, de los zapatos a una factoría de saberes. ¿Cómo se produjo el cambio, qué le atrajo para decir sí?

-No me he desvinculado de los zapatos, sino que se me han quedado pequeños. Me fui de Camper el año pasado porque de alguna manera sentí que tenía que hacerlo. Estaba relanzando la firma Cartujano y no me sentía cómoda. Noté que había tocado techo, que ya no aprendía más. Después estuve meses recluida en mí, pensando qué quería hacer con mi vida. Llegué a la conclusión de que sería bueno transmitir algo del conocimiento que tengo, y fue entonces cuando me llegó la proposición de Joan Ramis. Se da la oportunidad de que lo que he recogido durante mi vida lo puedo poner en práctica en un lugar en el que me siento como en mi casa. No me he encontrado mejor sitio que éste.

-¿Un proyecto de semejante envergadura no tendría más sentido en Palma?, ¿O se trata de deslocalizar la oferta?

-Nunca se pensó en Palma por el simple hecho de que la Fàbrica Ramis está en Inca.

-¿Puede ser una amenaza para el Palacio de Congresos, cuya apertura se anuncia para el próximo año?

-Aunque se van a organizar ferias y congresos, no es nuestra vocación la de competir con nadie. Nuestra propuesta es única.

-¿En qué sentido?

-En este lugar se va a trabajar la cultura, la educación, la formación, la conciencia de la vida. Interesa dar la oportunidad del saber a muchas personas. Va a ser un centro de intercambio de ideas a través de talleres, cursos, actividades lúdicas, culturales; y su financiación será a partir del alquiler de salas y de la cafetería y restaurante. Se trata de hacer bien las cosas, sin ostentación, de manera sencilla y natural; sin artificios de ningún tipo. Aquí todo se elige mucho pero sin elitismos. Mallorca es la prioridad más grande, pero desde una óptica universal. Joan admira y conoce la figura del Arxiduc y entiendo que le gustaría que en la Fàbrica Ramis se diera un atisbo de sus saberes."Palma es preciosa, pero creo que hay un exceso de turistas para el tamaño de la ciudad"

-En su hoja de servicios, además de diseñadora de calzado, se lee ayudante de fotografía con Ouka Lele, de moda con Adolfo Domínguez, diseñadora con Sybilla, intérprete de lira antigua en el Atrium Musicae .... ¿Nada humano le es ajeno?

-¡Qué bonito! Necesito tener distintos frentes, soy curiosa e inquieta. Huyo de la especialización. Dicho sea de paso, ¡Mallorca es el lugar donde más tiempo he vivido!

-¿Siempre en el campo? ¿Alergia a Palma, a las ciudades?

-¡No, qué va! Palma es una ciudad preciosa, pero desde que llegué a Mallorca tuve claro que quería vivir en el campo, es ahí donde se aprecia más su luz, su atmósfera, su belleza. He sido muy urbana pero de grandes urbes. He vivido en Madrid, París, Londres, Tokyo y Barcelona. Palma, estando muy bien, me resulta pequeña. Solo voy a la ciudad a ver a amigos.

-¿En su opinión, usted que es tan viajada, qué le falta y qué le sobra a Palma?

-Creo que hay un exceso de turistas para el tamaño de la ciudad y echo de menos una oferta de ocio y cultura mas arriesgadas.

-¿La Fàbrica será un proyecto solo para los que vivan en el campo?

-Para nada. Es un lugar abierto al mundo."Necesito tener distintos frentes porque mis intereses son muchos; huyo de la especialización"

-¿Qué lugar tendrán las mujeres en ella?

-Somos siete personas en el epicentro del proyecto y más de la mitad, mujeres. Cuando entré se lo dije a Joan: tiene que haber cabida, y mucha, para que las mujeres encuentren aquí un espacio donde hablar, compartir, enseñar. Creo que vivimos un momento en que las mujeres hemos de despertar al mundo, hemos de dar pasos adelante, desde la simbiosis. A mi juicio, lo femenino atiende más lo espiritual que lo masculino, y creo que se debe a la maternidad. Con todo, estoy convencida de que el día que podamos caminar al unísono habremos encontrado la armonía y creo que en este proceso las mujeres tenemos una responsabilidad enorme, pero no desde el victimismo.

-¿Cómo llegó a Mallorca?

-Yo trabajé con Sybilla en Madrid y en Tokyo. Llegué a la isla de su mano.

-Ahora ha vuelto a la moda. ¿Qué le aportó Sybilla?

-Muchas cosas, pero lo que más he aprendido estando con ella es a apreciar la belleza, su visión estética de las cosas. Para mí es una de las mejores; sus modelos hacen que se vea a la mujer."Joan Ramis es un estudioso del Arxiduc. Él quiere crear un centro humanista en Fàbrica Ramis"

-Veo que sigue usando tacones.

-(Risas) Sí, me encantan.

-Usted rizó el rizo al crear el "tacón terapéutico" para Camper. En Fàbrica Ramis, con sus naves de mil metros cuadrados, va a gastar mucha suela. ¿O se va a pegar a la tierra?

-Estoy con los pies en el suelo, aunque mi mente vuela. El tacón, al estilizar la silueta, ayuda a elevar la autoestima, te hace sentir guapa y eso tiene efectos psicológicos beneficiosos. En esta nueva fase de mi vida, doy gracias porque la Fàbrica me ha rescatado. Aquí siento que es el universo, que todo es posible. Cuando la isla se me estaba quedando pequeña y estaba pensando en irme, surgió este trabajo. Ahora Mallorca, desde aquí, me parece inmensa. Creo que se va a convertir en un lugar de referencia en el mundo.

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