La cesión del pantalán de Sant Pere beneficia doblemente al Real Club Náutico de Palma (RCNP). No solo tendrán 70 amarres más para alquilar a grandes yates; también facilita que la entidad se amplíe hacia el mar. Hace un mes y medio el club inició los trámites ante la Autoritat Portuària para conseguir una ampliación.
Solo una empresa operaba cerca del RCNP. Se trata que una compañía de alquiler de yates, que tenía 22 embarcaciones amarradas. Ellos, al igual que los usuarios particulares, han sufrido los malos modos del club náutico. Según publicó este diario en abril, la entidad deportiva les llegó a cambiar sin previo aviso la cerradura para acceder a la plataforma.
Cuando la empresa de alquiler se retire de la zona, el RCNP será la única entidad que opere en el tramo final del Contramuelle Mollet. Les sería más fácil llevar a cabo una hipotética ampliación e incluso expandir su sede actual.
Mientras tanto, el Náutico de Palma tendrá la posibilidad de ganar esos 70 amarres. De acuerdo con el nuevo contrato firmado a mediados de este año, el RCNP administrará 10.779 metros cuadrados adicionales de espejo de agua (una superficie equivalente a todo el club náutico del Molinar). También les autorizan a convertir el actual pantalán de Sant Pere -que es una estructura flotante- en una pasarela fija de 165 metros de longitud y 8 metros de ancho, seguida por otros 40 metros de pasillo flotante.
Los 70 nuevos amarres que gestionarán tendrán capacidad para albergar yates de hasta 15 metros, una eslora para la que el RCNP tenía lista de espera. Las obras de construcción del pantalán costarán 1,5 millones de euros.
