Cristina Llorente y Pablo Amor citaron en el banco de Si no fos a un grupo de familias para hacer una visita "no guiada" al casco antiguo de Palma. La premisa partía de la teoría de la deriva de Guy Debord, uno de los padres del situacionismo y desde luego de mayo del 68, según la cual "hay lugares fuera del mapa que responden más a las emociones que a hitos históricos", señalaron los creadores e integrantes de Arquitectives.

"Solemos deambular y vivir la ciudad de una manera no pautada. Cuando estuve en Copenhague sola me acerqué a una casa, empujé su puerta y descubrí un patio increíble. Un joven de unos 14 años me dijo, te invito a que empujes todas las puertas de la ciudad", contó Llorente. "Proponemos una visita situacionista porque conecta con la libertad de conocer el lugar, huyendo del centro histórico como parque de atracciones", añadió Pablo.

En el banco del si no fos se reunieron un grupo de padres y sus pequeños hijos dispuestos a Enmarcar la ciudad. Se trataba de elegir detalles, objetos, personas, situaciones, que les llamaran la atención del centro histórico de Palma, lo enmarcaran con unos marcos que les proporcionaron los organizadores y les sacaran una foto con el smartphone. Tras dos horas de recorrido buscando encuadres, podían colgar sus fotos en el muro de Arquitectives en Facebook. Más adelante se montará una exposición.

Desde Puigpunyent se acercaron a la ciudad Magdalena Salom y los pequeños Lluc Sampol, Jordi Luque, Tomeu Luque y Jaume Bosch. No paraban de enseñar sus fotos y sus selfies enmarcadas entre los ángulos del marco. "Han disfrutado mucho. No son de Palma y han descubierto muchas cosas nuevas de la ciudad", señaló Magdalena.

En la actividad también había que grabar sonidos. Ni qué decir que el de los cascos de los caballos sobre las callejuelas de lo antiguo quedaron recogidas en los móviles de los más de veinte participantes de esta actividad que restó sello político al situacionismo de Debord.

"Nos sorprende mucho lo poco que conocen los niños su ciudad, y lo que es peor, que apenas existan materias educativas que abarquen la ciudad contemporánea", señalaron los integrantes de Arquitectives. Ellos nacen como propuesta educativa de enseñar algo tan cercano como es el entorno urbano en el que viven desde distintas ópticas. Están muy inspirados en modelos que sí se dan en otros países como los del norte de Europa, en la Ciudad de los niños en Italia y en Costa Rica, Turquía y Egipto. "Parece mentira, pero en este sentido están más avanzados y más concienciados", opinó la arquitecta Cristina Llorente.

No muy lejos, Teresa Fuentes, de 12 años, comparaba sus fotos con las de una amiga. Su madre la observaba comiéndose un helado. Palma helada podría ser una deriva como lo fue quien eligió el vuelo de un helicóptero enmarcado con el de las gaviotas, y a lo lejos un velero cuya deriva era una empopada en toda regla.