El 11 de marzo de 1896 La Almudaina informaba sobre un crimen ocurrido la noche anterior en la calle dels Bastaixos. "En el tercer piso del número 105... vivía un matrimonio sin hijos compuesto por Pedro Florit y Capó, de 22 años, y María Florit y Capó, de 19 años... La identidad de apellidos se explica añadiendo que el marido era expósito y adoptado por los padres de María Florit... Anoche, a cosa de las diez menos cuarto se retiraba a su domicilio el Pedro Florit... Como iba provisto de una llave trató de abrir, pero advirtió muy pronto que por dentro estaba corrido el cerrojo... Casi en el mismo instante la puerta se abrió, observando que la habitación estaba a oscuras y que salieron dos hombres a quienes no pudo reconocer... Dentro de la casa encontró a su mujer a medio vestir y sin decirle palabra se dirigió a la cocina y tomó la mano o maza del almirez, de madera, y con ella descargó furiosos golpes sobre la cabeza de su esposa, que cayó derramando sangre".

Hasta aquí el relato periodístico con suficientes aspectos morbosos para que fuera recogido en verso por los rapsodas del pueblo. ¿Cómo narró los hechos M. Borrás, que es quien firma el romanç que hemos leído? El título es Terrible lance. En los hechos coincide con la prensa, luego comienza la interpretación esotérica: "Hará unos nueve meses/ se efectuó tal matrimonio/ y por causa de los celos/ tiró la manta el demonio". El poeta ejerce de abogado defensor del asesino "pues era un joven modelo/ de honradez y de bondad/ y además muy apreciado/ en toda la vecindad". No tenía la misma opinión de la víctima: "En cambio su compañera/ o mas bien dicho, su esposa/ faltaba mucho al marido/ como si no hiciera cosa". Prácticamente trata de puta a la mujer: "Unas veinticuatro pesetas/ se dice se le encontró/ que aunque llevara consigo/ la pobre no disfrutó". En cambio se justifica al agresor: "Pedro era un hombre honrado/ y en su loco desvarío/ ha tenido un estravío/ por vengar su honor manchado". Como parece necesario extraer una moraleja, el trovador no se corta en ofrecerla: "Casadas, tomad ejemplo/ al leer este relato/ y mantened vuestro honor/ con decencia y recato".