La tarjeta turística Palma Pass -que integra entradas a museos, transporte público y otras ofertas- salió a la venta el miércoles con un catálogo menos ventajoso de lo anunciado inicialmente. El producto incluye el acceso a diez museos de pago, doce billetes de bus y descuentos varios. El inventario de actividades se ha rellenado con lugares emblemáticos cuya visita siempre es gratuita y para los que no hace falta la tarjeta de pago.

De acuerdo con el folleto que se distribuye al comprar la tarjeta, se pueden visitar 33 enclaves culturales de forma gratuita. De esos 33, 23 ya son gratis, por lo que nada cambia con la tarjeta Palma Pass.

El Ayuntamiento de Palma, el del Consell de Mallorca, la Llotja o el Consolat de Mar son algunos de los lugares gratuitos incluidos en el catálogo de actividades de la tarjeta. También han añadido once iglesias del centro histórico que están abiertas al público de forma permanente (como las de Sant Miquel o la Sang) y la visita al Casal Solleric, al Centro de Cultura Sa Nostra o a la Llotja. De esa forma, la Palma Pass se presenta como un producto más completo, aunque en realidad las ventajas son menos de las que parecen.

Aparte de las actividades de relleno, la nueva tarjeta turística incluye la entrada gratis a diez museos y monumentos de pago. Los más destacados son la Seu, el castillo de Bellver y la Almudaina. La Palma Pass también tiene diez billetes para cualquier línea de bus de la EMT y otros dos tiques para la línea del aeropuerto, que es más cara. El catálogo se completa con descuentos en lugares culturales, restaurantes y tiendas.

Cort ha descartado finalmente que la Palma Pass se pueda utilizar para alquilar las bicicletas públicas de Bicipalma. Tampoco se permitirá el acceso a los polideportivos municipales del IME.

Entre 34 y 41 euros

El producto costará entre 34 y 41 euros, según la modalidad elegida. La tarjeta barata se podrá usar durante 48 horas mientras que la cara tendrá una vida útil de 72 horas. Ambas incluyen las mismas gratuidades y descuentos y el mismo número de billetes de bus. Se podrán adquirir en las oficinas de información turística, la Catedral, las iglesias de Sant Francesc y la Porciúncula, y a través de internet.

Inicialmente se preveía una tarjeta de 24 horas. Se ha descartado por recomendación del sector hotelero, que opinaba que era una estancia demasiado corta, según explicó ayer el teniente de alcalde de Turismo, Álvaro Gijón (PP).

El concejal espera "aumentar la estancia media de los visitantes" gracias al lanzamiento de la tarjeta. "Si no existiera la Palma Pass, habría gente que no se plantearía visitar algunos museos. La tarjeta es una excusa para que los turistas se queden un día más en la ciudad", argumentó Gijón.

La empresa encargada de vender la tarjeta, Neoturismo, pagará al Ayuntamiento de Palma 13.700 euros anuales para poder comercializarla. Cort también se quedará con un 6% de las ventas brutas.