El teniente de alcalde de Hacienda y portavoz municipal, Julio Martínez, aseguró que no recortar gastos, teniendo en cuenta la disminución de ingresos, hubiera supuesto aumentar la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles en un 41 por ciento en dos años. En concreto, para el próximo año el incremento de este impuesto sin los recortes debería haber sido del 25 por ciento. Por contra el equipo de gobierno ha optado por contener la recaudación de este impuesto para el próximo año pese a la revisión catastral, por lo que ser prevé ingresar por este concepto un 2 por ciento menos en relación a 2012, año en el que el IBI ha experimentado una espectacular subida de entre el 16 y el 22 por ciento.