El monumento al crucero de guerra Baleares, levantado en sa Feixina en recuerdo de los fallecidos del bando rebelde tras el hundimiento del navío por la aviación republicana el 6 de marzo de 1938, permanecerá en pie aunque se le quitarán los elementos de exaltación fascista que aún conserva como el escudo preconstitucional y una inscripción en relieve.

La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, firmó ayer el decreto por el que se suprimen estos elementos y se acuerda la colocación de una placa, cuyo texto fue aprobado por unanimidad en un pleno del ayuntamiento de Palma celebrado en marzo de 1998. Nunca, pese a que se reiteró el acuerdo al menos en otras dos sesiones plenarias, había sido cumplido por los consistorios anteriores.

La decisión, "aunque política", tal como remarcaron tanto la concejala de Cultura, Nanda Ramon, como la propia alcaldesa, Aina Calvo, se basa en un informe jurídico encargado por el Ayuntamiento a Maria Ballester Cardell, profesora de Derecho Constitucional, y a Bartomeu Trias Prats, profesor de Derecho Administrativo, ambos de la Universitat de les Illes Balears.

Su dictamen es, de 45 páginas, se centra en cómo afecta la Ley 52/2007 de 26 de diciembre de reconocimiento y ampliación de los derechos de las personas que padecieron persecución y violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, conocida como Ley de la Memoria Histórica, al monumento de Sa Feixina.

Ambos profesores concluyen que la citada ley "no exige la retirada de todos los símbolos del franquismo, sino de aquellos que tengan una vocación o significado exaltador del régimen o la confrontación".

La alcaldesa resaltó que un elemento "determinante" del informe es es la "voluntad integradora de la ley".

En el caso del monumento al Baleares, el dictamen jurídico indica que se trata de "un memorial de víctimas", relacionadas con la ciudad, algunas de ellas menores de edad y, aunque su recuerdo haya sido honrado, "no han perdido su condición de víctimas".

Recuerdan asimismo que la Ley "reconoce a todas las víctimas sin discriminación", y que la aplicación de la norma sobre un determinado bien "puede ser total o parcial, afectando únicamente a algunos elementos". Por ello, concluyen que, en este caso, "la finalidad integradora de la ley –igualadora de todas las víctimas– es compatible con el mantenimiento del monumento modificando algunos elementos del mismo: eliminando todos aquellos que sí son de exaltación del régimen– haciendo así posible que el monolito tenga verdaderamente el sentido de elemento conmemorativo de las víctimas".

En el informe no se menciona el dictámenes sobre el valor patrimonial del monolito, que concluye que no tiene ninguno y puede ser derribado, aunque sí se reconoce este hecho y se indica que cualquier conclusión al respecto debe esperar a la redacción de un "catálogo de vestigios" previsto en la Ley.

LO QUE SE QUITA

· El escudo preconstitucional.– El monolito, de 20 metros de altura, incluye el escudo de España preconstitucional con el águila y el yugo y las flechas falangistas, además de dos marineros de perfil que lo flanquean. El marinero situado delante que abrazaba un áncora fue retirado en 1995 aprovechando la remodelación de la plaza. De estos elementos se suprime el escudo franquista.

· La inscripción– Se suprimirá también una inscripción de grandes dimensiones situada debajo del escudo que reza: "Mallorca a los héroes del crucero Baleares. Gloria a la Marina Nacional. Viva España".

LO QUE SE PONE

· Placa de contextualización.– Se colocará una placa con un texto aprobado en 1998: "Aquest monument va ser erigit l´any 1948 en record de les víctimes de l´enfonsament del creuer Baleares, durant la Guerra Civil (1936-1939). Avui és per a la ciutat símbol de la voluntad democràtica de no oblidar mai els horrors de les guerres i les dictadures".