Nueve días después del hundimiento del crucero Baleares el 14 de marzo de 1938, en cuyo haber se apunta el bombardeo a la población civil que huía de Málaga y, posteriormente, de varios puntos habitados de la costa levantina, el director del diario Ultima Hora propone erigir un monumento "a los héroes de la ciudad de Palma" por suscripción popular. Tras el concurso convocado, se escogió la propuesta presentada por los arquitectos Francisco y José Roca, padre e hijo respectivamente, y el escultor José Hortells. No fue hasta casi nueve años después, el 16 de mayo de 1947, cuando se inauguró el monolito por el dictador Francico Franco. En la memoria del proyecto se especifica que el monumento debe constituir "la más acertada expresión" de homenaje "a los héroes del glorioso crucero Baleares". Los autores añaden que dado su emplazamiento "debe dominar la dimensión vertical" para que se vea desde el mar y los navíos que lo crucen "puedan tributar un emocionante grito de "presentes" y Viva España".