En el paseo del Molinar existen espacios diferenciados para bicicletas y peatones como sucede en el resto del recorrido, que va desde Can Pere Antoni hasta es Carnatge. Sin embargo se incumplen. Y esta situación se detecta con claridad en el tramo del Molinar. En la parte en la que termina el club náutico Molinar en dirección a Ciutat Jardí hay un desnivel en el que el carril bici pasa a estar en Vicari Joaquim Fuster y la parte para viandantes en la zona superior. Dos señales de prohibición de paso de bicicletas recuerdan que sólo está permitido a los caminantes y no a los ciclistas.

En primera línea junto a la playa del Molinar vive desde hace cuarenta años Pilar Martín. Ayer la encontramos en su terraza exterior desde la que puede ver a las bicis y peatones que circulan por la zona a lo largo del día. En su opinión el principal motivo de este incumplimiento reiterado de la señalización es la falta de vigilancia policial. "Los policías pasan con sus motos pero evitan reprender a los infractores", explica.

Pese a que reconoce que la ubicación del carril bici es correcta, la coincidencia con niños y familias con cochecitos por la zona provocan un mayor peligro, añade. Todavía recuerda cuando el Molinar era una barriada en decadencia y en la actualidad se ha revalorizado. El presidente de la asociación de vecinos Born del Molinar, Miquel Obrador, puso una queja formal hace un mes ante la Policía Local. Asegura que pondrán una denuncia si no se aplican medidas porque en opinión de esta entidad vecinal es un peligro. Obrador critica el incumplimiento de la normativa vial.

Los retoques en esta barriada continúan. Ayer por la mañana se cambiaba el pavimento situado junto a la parada de bus de la EMT de Capità Ramonell Boix. Hace unas semanas se pintaron señales viarias amarillas para impedir el aparcamiento de vehículos en determinadas calles sin resolver de manera paralela el problema de la falta de estacionamientos.

El edificio situado en la esquina entre la plaza España y la calle Convent dels Caputxins está en obras. La empresa Promociones Son Dameto S.L. se encarga de esta reforma con un plazo de ejecución de 24 meses en aplicación de la ordenanza del Centro Histórico, tal como se indica en el cartel que informa de los trabajos.

El aparcamiento público en superficie de la calle Martí Boneo está saturado, según explican residentes de la zona. Las carencias agudizan el ingenio y en las calles próximas se pueden ver estacionamientos improvisados sobre los desniveles que caracterizan a esta barriada como sucede en la calle Vicenç J. Rosselló.